El coronavirus ha provocado que la casi totalidad de población española quede confinada en sus casas y una de las iniciativas que más ha calado en la población ha sido el aplauso diario para agradecer a los trabajadores sanitarios su labor.
Sin embargo, los expertos recomiendan no compartir vídeos de ese tipo de actos en nuestras redes sociales. Ni ese ni todas las nuevas originales formas de matar el rato que están surgiendo por doquier. Esos contenidos pueden hacerse virales en internet... y llegar a ser peligrosos.
Y no es que dañen a terceros, es que pueden dañar a los protagonistas de los mismos. Es aquí donde surge el concepto de identidad digital: la huella que dejamos todos y cada uno de nosotros en internet, y está compuesta casi en su totalidad por toda la información que colgamos en la red. Y es que no solemos ponernos en la mente de los cibercriminales.
"Publicar los lugares que solemos frecuentar proporciona información que permite que alguien malintencionado pueda localizarnos en persona o pueda conocer nuestra rutina y hábitos diarios. También permite averiguar en qué momento nos encontramos ausentes de nuestro domicilio", explica la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI).
A través de estos vídeos los criminales pueden saber si estamos o no en casa, nuestras rutinas o incluso nuestra dirección. Nombres de establecimientos, calles, plazas... todo lo que aparezca en esas imagenes puede ayudar a un malhechor en un momento dado.