Corinna Larsen, examiga de Juan Carlos I, sigue hablando del Rey emérito. Y no para bien aunque ella crea que enviarle a Arabia Saudí haya sido una injusticia. Corinna sigue dando titulares como que no va a contradecir que Don Juan Carlos tiene más de 2.000 millones o que Felipe VI no debe desentenderse de todo si ese poderío económico le ha beneficiado toda la vida. Lo hace en una entrevista concedida a OK Diario en Londres.
Defiende Corinna la donación de 65 millones hacia ella en base a que "fue un testamento meditado y ejecutado en vida que le llevó un año preparar. Tiene que entender que yo nunca pedí nada. Fue puramente deseo suyo. Y no puedes discutirle a un hombre lo que quiere regalar. Recibí esa gran cantidad de dinero. Era un regalo increíblemente generoso. Me sorprendió muchísimo. Los 65 millones fueron un regalo que recibió del difunto rey Abdullah de Arabia Saudí en 2008. Así que el regalo de 2008 y el contrato del AVE de 2011 no tienen nada que ver el uno con el otro".
Corinna también desvela que los administradores del rey emérito transfirieron grandes sumas de dinero entre Suiza y Madrid de forma regular. Apunta que si bien desconoce la cantidad exacta, cree que en cada valija irían entre 250.000 y 300.000 euros, y que por lo que ha podido conocer por los documentos que se aportan al procedimiento que se sigue en la justicia suiza, podrían haberse trasladado cinco millones en total.
La examiga del emérito, que reconoce que mantuvo una relación sentimental con el monarca, desvela que a lo largo del proceso judicial se ha visto que incluso llegaba el dinero en vuelos comerciales y que "debió haber un arreglo especial" para facilitar esos movimientos. En este sentido, en la entrevista señala que a ella como anglosajona y escandinava, lugares en los que "las monarquías están más reguladas", le sorprendió que España funcionara como una oligarquía en la que cien personas controlan el país.
Además, ha indicado que por lo que parece, a lo largo de 40 años se sabe de muchos regalos y grandes transacciones para los intereses comerciales de España, y ha lamentado que "ahora sólo se apunta a una cantidad, a una transacción", que es la que estaría relacionada con ella. "Esto es muy conveniente porque la gente olvida cuánto más puede haber aún por descubrir", ha indicado. Al hilo, Corinna ha tratado de desvincularse de las finanzas personales de Juan Carlos I afirmando que ella "no era su esposa y no vivía en su casa", y se ha negado a comentar si hubo más transacciones offshore. "Sus finanzas no eran mi negociado, tenía un conocimiento mínimo, y del resto, de lo del dinero de Suiza me he enterado por el proceso judicial", ha dicho.
Por eso, la empresaria alemana ha señalado que desde su punto de vista la "crisis" que vive la Casa Real fue originada por "las acciones de diferentes personas con diferentes agendas", y que la propia Casa Real "ha sido la artífice de sus propios problemas", a lo que se sumó que hubo personas "que les aconsejaron mal". Y al hilo, tras elogiar el ejercicio de transparencia del actual rey de España, Felipe VI, Larsen ha indicado no obstante que es difícil que se desligue de los asuntos de su padre cuando "se ha beneficiado toda su vida" de su dinero.
En otro momento de la entrevista, cuando le preguntan por la donación que recibió de 65 millones del rey emérito, Corinna señala que se trató de un regalo, y que en 2011 cuando el monarca estuvo enfermo le habló de sus últimas voluntades y de que quería dejar ciertas cosas al hijo de Larsen, Alexander, pero no solo hablaba de cantidades dinerarias sino de "cosas sentimentales como su colección de armas".
En este sentido, ha explicado que en otra conversación con Juan Carlos I, éste le confesó que temía por que su familia no respetara sus deseos si lo dejaba por escrito en un testamento normal, e incluso le llegó a hablar abiertamente de --la también amiga del rey emérito-- Marta Gayá, a la que también deseaba "asegurar su futuro". "Así que quería hacer una contribución, hacernos un regalo, nunca entendí ni nunca hablé de cuánto. Tienen que entender que yo nunca pedí nada. Fue puramente deseo suyo y no puede discutirle a un hombre lo que quiere regalar. Era un regalo increíblemente generoso", ha señalado. Y añade que su donación tardó en materializarse porque el emérito se tomó su tiempo para documentarla con atención, para lo que usó notarías para evitar que la familia real "no pudiera después cuestionar esta donación". Sobre la suma final, 65 millones, Corinna indica que teniendo en cuenta que medios como Forbes apuntan a que Juan Carlos I posee una fortuna que ronda los 1.200 millones de euros, la cantidad recibida en relación a eso no es desproporcionada.
Además, niega que ese abono tuviera que ver con los negocios en los que interviniera. Recuerda que los 65 millones fueron a su vez un regalo que recibió el emérito del difunto rey Abdullah de Arabia Saudí en 2008 y que fue fruto de la amistad estrecha entre ambos. "A lo largo de los años hubo donaciones, y no se puede acusar al rey saudí de corrupción, son donaciones", indica.
Además, niega que esa donación tenga que ver con el contrato del AVE a La Meca apuntado que la cronología "no encaja" porque el consorcio de ese proyecto no existía aún en 2008. "Creo que los fiscales españoles están investigando esto muy bien, y han llegado a la conclusión de que el consorcio inicio el proceso en 2009 y en 2010 empresas españolas contrataron a dos intermediarios saudíes, o mas bien fue sólo a uno en 2010, un destacado miembro de la familia real, y en 2011 a Shapari Zanganeh --viuda del traficante de armas Adnan Khashoggi-- en dos ocasiones", añade. Por eso, apunta que "el regalo de 2008 y el contrato del AVE de 2011 no tienen nada que ver el uno con el otro".