Felipe VI comunicó en 2019 al Gobierno de Pedro Sánchez la información que acababa de conocer a través de los abogados de Corinna, y que le situaba como beneficiario de la supuesta fortuna de su padre en el extranjero.
No le remitieron el soporte documental, donde el rey Juan Carlos designaba a su hijo Felipe principal beneficiario de su sociedad patrimonial encubierta, Lucum, pero sí le informaron de su contenido.
Era el 15 de marzo del año pasado. Para Felipe VI esa información remitida por los abogados de una Corinna Larsen, en plena guerra con su padre, era tan comprometedora como estéril desde el punto de vista económico.
Siete años antes, en 2012, la sociedad del Rey Juan Carlos, de la que Felipe VI era beneficiario, fue disuelta y todos sus fondos transferidos a una cuenta de la exprincesa alemana en Bahamas.
El Confidencial publica que Felipe VI, nada más conocer esa información, la puso en conocimiento del Gobierno, en concreto de Carmen Calvo, que hoy defendía al actual monarca y dejaba entrever futuros movimientos.
Carmen Calvo ha señalado que Casa Real hará lo que crea conveniente y ha aclarado que el Gobierno distingue la etapa anterior con la actual de Felipe VI. Para el PP, esa distinción no está tan clara.
Pablo Casado ha lamentado que algunos ministros del Gobierno estén atacando al actual monarca.
Un Felipe VI que informó al Gobierno en 2019 y ese mes de abril renunció a cualquier herencia de su padre, pero optó por no hacer pública esta situación hasta que fue publicada el pasado mes de marzo en un diario británico.