Vigila a tu hijo hasta en la orilla de la playa: "Un palmo de agua basta para que un niño se ahogue"
Expertos alertan del peligro de ahogamiento mientras los padres hablan
La recomendación, no dar la espalda a un menor que está en el agua
Hasta el 31 de julio, 191 personas murieron ahogadas en España
En verano, el peligro de ahogamiento en piscinas o en el mar es más real que nunca. No en vano, hasta el 31 de julio han fallecido 191 personas en España. El peligro se acentúa con los más pequeños de la casa a los que hay que vigilar constantemente incluso cuando estén en la orilla. Los expertos alertan de que "un palmo de agua basta para que un niño se ahogue".
El doctor Javier Beltrán, especialista en Pediatría y médico de Urgencias de Vithas Valencia (hospitales Vithas 9 de Octubre y Consuelo) y Castellón, ha alertado de que existe peligro de ahogamiento cuando los niños juegan en la orilla de la playa mientras los padres hablan.
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Los ahogamientos en verano es uno de los motivos que causa más preocupación entre los especialistas en Pediatría de los servicios de Urgencias. "Cuando se produce un percance de estas características, en cualquier caso, hay que intentar una rápida actuación de primeros auxilios para realizar la reanimación cardiopulmonar, ya que puede ser clave para salvar una vida. Y pedir auxilio a los socorristas", resalta el experto.
La recomendación, no dar la espalda a un niño que se está bañando
Beltrán hace hincapié en que "es común ver en la playa a padres hablando y niños pequeños jugando en la orilla". "Es un error. Nunca hay que dar la espalda a un niño que se está bañando; un palmo de agua es suficiente para que se produzca un ahogamiento", añade. En este sentido, recalca la importancia de "bañarse siempre en playas, ríos y piscinas vigilados por socorristas".
La cifra de muertos por ahogamientos aumenta cada año
Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS), hasta el 31 de julio, 191 personas murieron ahogadas en España. Lamentablemente, las cifras aumentan cada año. En concreto, el incremento respecto a 2018 ha sido del 23 por ciento. Muchos de estos fallecimientos fueron niños.