Más de 27.680 conductores fueron detectados circulando a una velocidad superior a la permitida durante la campaña de vigilancia y control que la Dirección General de Tráfico (DGT) realizó entre el 10 y el 16 de mayo. Al 42% de ellos (11.650) se les notificó la denuncia en el momento, al ser parados e informados por los agentes de tráfico.
Así lo ha dado a conocer este viernes la DGT, que ha detallado que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil establecieron 2.121 puntos de control de velocidad y controlaron a 530.595 vehículos. Por tipo de vía, el 5,8% de los vehículos controlados en carreteras convencionales fueron denunciados por exceso de velocidad y el 4,7% de los controlados en vías de alta capacidad (autovía y autopista).
Además, ocho de los conductores denunciados incurrieron en un delito contra la seguridad vial y fueron puestos a disposición judicial por exceder en más de 80 km la velocidad permitida en la vía, según se recoge en el Código Penal.
El 63,4% de las infracciones se detectaron en vías convencionales y travesías. Además, en estas vías, cuando los controles se realizaron con el radar embarcado en el vehículo y circulando, la velocidad media a la que circulaban los conductores denunciados fue de 119 km/h, lo que supone 29 km por encima del límite genérico permitido en las vías convencionales.
El incumplimiento de los límites de velocidad está tipificado como infracción grave o muy grave, sancionadas con multas de 100 a 600 euros. Además, contempla la pérdida entre 2 y 6 puntos por este tipo de infracción dependiendo del exceso de velocidad cometido.
Esta campaña se ha desarrollado en una semana en la que ha entrado en vigor el nuevo límite de velocidad de 30km/h en las calles de un único carril. Todas aquellas vías de dos o más carriles, la velocidad de circulación sigue siendo la misma, 50 km/h.
Por otra parte, la DGT retocará el criterio con el que ha clasificado el parque automovilístico desde 2016 y que ha dividido a los coches en cuatro grupos en función de sus motorizaciones. Todas las medidas, que entrarán en vigor previsiblemente el próximo verano, no tendrán un efecto retroactivo, por lo que las pegatinas actuales tendrán la misma validez que hasta la fecha.
No obstante, y aunque aún se desconoce cuáles serán los nuevos criterios de clasificación, está previsto que las nuevas etiquetas sean más equitativas y se adapten de una forma más fiel a las motorizaciones actuales.
De esta manera, el organismo podría poner fin al uso de unos distintivos que en la actualidad solo tienen en cuenta la tecnología de propulsión de los vehículos y no la cifra de emisiones de los mismos. En este sentido, se baraja la posibilidad de que haya una nueva etiqueta D, que englobaría a los coches diésel y gasolina con emisiones muy reducidas.