Conchi tenía 67 años, se acababa de separar y acudió a su antigua casa en Posadas, Córdoba, para recoger sus pertenencias. Allí, su expareja la habría apuñalado hasta la muerte y después intentó quitarse la vida.
La pareja llevaba un año en trámites de separación, aunque hacía poco que habían firmado los papeles y ella se había ido de casa.
El lunes, Conchi volvió al domicilio ya que él no dejaba de darle la lata para que fuera a por sus cosas porque supuestamente quería vender la casa.
Tanta insistencia tenía intranquila a la mujer que pidió a dos amigas que la acompañaran pero ni eso evitó que su expareja la matara a puñaladas.
El hombre se autolesionó después, y se encuentra ingresado, en calidad de detenido, en el hospital.
Los que conocían a Conchi la recuerdan “muy alegre”. “Era el alma de todos nosotros”, asegura una vecina que insiste en que “solo transmitía felicidad”.
No constaban denuncias previas por malos tratos. Conchi es la víctima número 14 de la violencia de género en lo que llevamos de año.