Beatriz Zimmermann, la madre de las pequeñas Anna y Olivia, tiene la firme determinación de ofrecer una despedida a las niñas, que va a a tener lugar la próxima semana. No se sabe ni fecha ni hora, pero sí que Beatriz quiere un funeral público, que se convierta en un homenaje a Olivia (cuyo cuerpo apareció el pasado 10 de junio) y también a su hermana Anna, aunque su cuerpo no haya sido aún encontrado.
La familia quiere una despedida conjunta, que una a la sociedad española, incluso a la comunidad internacional, que se ha solidarizado con esta familia, en un funeral abierto y público al que se podrá sumar toda la ciudadanía (sujeta a las restricciones de la pandemia) y al que Joaquín Amills no descarta que pueda asistir algún representante del Gobierno español.
La familia reivindica este acto también como un punto de partida. "Que las pequeñas Anna y Olivia sean un presente y un futuro para que todos podamos trabajar en que las cosas cambien. Para que hechos como estos no vuelvan a suceder", señala Amills. Si bien el hallazgo del cuerpo de Olivia supuso para la familia un duro golpe, también les da la seguridad de que las pequeñas están juntas, cuidando la una de la otra, "como siempre han hecho".