Cada vez existen más herramientas y consejos pensados para eliminar o reducir el consumo de plástico: te contamos cómo dar el paso
Reducir el consumo de plástico se ha convertido en una necesidad universal si queremos acabar con la espiral de contaminación y consumo a la que nos hemos acostumbrado en las últimas décadas. El plástico ha caído sobre la Tierra incluso en forma de lluvia. De hecho, la realidad es que el plástico está conquistando nuestro día a día e incluso lo comemos en muchos de los alimentos aunque sea en porcentajes ínfimos. Es difícil revertir esta situación sin llevar a cabo un ejercicio de concienciación, y sin renunciar a ciertas comodidades: el uso del plástico está muy asentado en casi cualquier área de nuestra vida, por lo que reducir su uso pasa por tomar decisiones de consumo y de gestión diaria que a veces pueden resultar más complicadas o incómodas. España va tomando nota y es el segundo país de Europa que más recicla en el hogar. ¿Que consejos seguir para reducir el consumo de plástico?
El problema del plástico es que su uso se ha generalizado y lo ha invadido casi todo. Se trata de un material barato, de fácil acceso y de larga durabilidad, todo ventajas si no fuera porque la mayoría del plástico que consumimos tiene un solo uso y porque, cuando es desechado o vertido de forma descontrolada, tarda muchísimo en desintegrarse. Es cierto que este tipo de material pude ser reciclados, pero lo ideal es reducir su consumo en primera instancia y optar en la medida de lo posible por evitarlo lo máximo posible.
Además, quizás el gesto primario y más importante que podemos llevar a cabo es evitar a toda costa arrojar basura de plástico en cualquier espacio público, especialmente en las playas. La presencia de plástico en nuestros océanos se ha convertido en un problema mundial alarmante que afecta a la fauna marina y a los alimentos que consumimos con esta procedencia.
Tal y como recuerdan desde Greenpeace, “su creciente producción y uso amenazan con contaminar cada rincón del planeta, especialmente los mares, destino final de muchos de ellos, donde perjudican seriamente la salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los pueblan". Cada año, los mares y océanos son receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura.
Estos son algunos consejos para reducir el consumo de plástico, tomados desde Greenpeace:
Cambia las bolsas de plástico por otras reutilizables, carros o cestas.
No uses vasos, platos y cubiertos de plástico cuando estés fuera de casa.Es mejor llevar tus propios utensilios. Si compras comida o bebida para llevar, pide que no te la den envuelta en plásticos o lleva tus propios recipientes y botellas reutilizables. Además, existe una gran variedad de pajitas de acero y otros materiales en Internet. Lleva una siempre contigo y no uses las de plástico.
Compra tu comida a granel y evita el exceso de envoltorio, como por ejemplo bandejas. Es más barato, te permite elegir la cantidad que necesitas y además la calidad será mejor.
Cambia los tápers de plástico por los de acero inoxidable o vidrio. Almacenar y/o calentar comida en los tapers de plástico de toda la vida puede estar envenenándote, ya que al calentar el plástico se liberan sustancias tóxicas.
Evita el uso de cosméticos que tengan en su composición microesferas de plástico Polietileno (PE), polipropileno (PP) y/o nylon. Normalmente se encuentran en productos exfoliantes. En su lugar, elige cosméticos con componentes naturales como arcilla, cáscaras de frutos secos o semillas.
Bebe agua del grifo, no agua embotellada. Si el agua de tu zona no es buena, puedes usar un filtro, es una pequeña inversión que te ahorrará una fortuna al año y además es más sano.
Elige envases para tus bebidas y líquidos que sean retornables, como el vidrio, en lugar de brik y botellas de plástico.
Reduce la exposición de tu bebé al plástico, no usando biberones de plástico. Busca juguetes de madera, tela, o de látex y caucho natural.
Di no a las maquinillas de afeitar desechables. Cámbialas por una maquinilla eléctrica o bien de metal con cuchillas sustituibles (las de toda la vida), lo que te permitirá ahorrar mucho dinero.
Intenta conseguir productos de higiene y cuidado personal que no estén envasados en plásticos y que no contengan microplásticos en su composición. No es fácil, pero protegerás tu salud. Por ejemplo, usando pastillas de jabón en lugar de gel de baño o jabón en barra para afeitar en lugar de espuma. Que sean naturales y más sanos. También hay cepillos de dientes eléctricos o de madera y dentífrico en pastillas.
Evita los productos de limpieza envasados en plástico. El bicarbonato, vinagre, jabón, aceites esenciales, entre otros, que se han usado toda la vida para limpiar y hacer la colada, son la mejor forma de mantener nuestra casa y ropa limpias sin dañarnos a nosotros o al medio ambiente.
Usa mecheros de metal rellenables. Ahorrarás bastante dinero.
Por último, si es imposible reducir más tu consumo de plástico, recuerda reutilizar esos productos en la medida de lo posible y, en último caso, tirarlos al contenedor correspondiente.