Limpiar los cristales tiene su arte: en zig zag, de arriba abajo y primero lavarlos y luego limpiacristales
Consigue mantener los cristales limpios durante más tiempo con estos trucos de limpieza y mantenimiento
Mantener los cristales limpios es una de las tareas más frustrantes del hogar: basta que busquemos el hueco (y la energía) para limpiarlos en profundidad para que llueva al día siguiente o para que alguien derrame cualquier cosa sobre ellos. Con todo, el resultado merece la pena: los cristales limpios hacen que tu casa luzca mucho más amplia y que mejore la calidad general de la estancia. Del mismo modo que resulta desagradable convivir con cristales sucios, una ventana impecable aporta paz, luminosidad y transparencia. ¿Cómo limpiar cristales para que duren resplandecientes lo máximo posible? ¿Cómo limpiar también los de las gafas?
¿Cómo limpiar cristales para que duren limpios mas tiempo?
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Quizás lo más importante es elegir bien tu momento: aunque las previsiones del tiempo no son infalibles, no está de más echar un vistazo a qué se prevé que ocurra en los próximos días. Si se avecinan lluvias o tormentas, quizás no sea el mejor momento para una limpieza a fondo, ya que tus cristales volverán a ensuciarse por culpa de los residuos del agua de la lluvia. Tampoco toca hacer limpieza en profundidad si esperas mucho movimiento en casa y, por tanto, la posibilidad de que ocurran pequeños accidentes domésticos es elevada. Por otro lado, se recomiendan los días nublados. No solo te será menos duro limpiar, sino que evitarás reflejos que te impidan ver bien el resultado, así como un secado excesivamente rápido del producto de limpieza.
Una vez elegida la jornada, haz lo posible por hacerla agradable y por trabajar sin prisas, porque de poco sirve afanarse en la limpieza de cristales si el resultado no va a ser impecable. Reserva el tiempo adecuado y toma nota de estos trucos para que tu tarea sea más eficaz:
- Cuando haya excesiva suciedad, es mejor limpiar en primer lugar los cristales usando agua jabonosa y una esponja. Para evitar posibles chorreones de agua sucia, limpia de arriba hacia abajo y utiliza un paño para eliminar el exceso de humedad. Se trata de eliminar el grueso de suciedad para luego hilar más fino con la limpieza final. Si tienes un terraza o jardín, no dudes en utilizar una manguera o similar para eliminar el grueso de polvo de forma rápida.
- Cuando los cristales estén razonablemente sucios, bastará usar un producto limpiacristales y, sobre todo, un utensilio adecuado, como el famoso papel de periódico o un paño de microficha que te ayude a pulir el vidrio y darle el toque final. Evita a toda costa paños que puedan dejar pelusa, porque no acabarás nunca de intentar eliminarlas.
- Utiliza el producto adecuado. Bastará con un llimpiacristales sencillo o incluso con preparar tu propia solución (una mezcla de agua y alcohol es una de las opciones que mejor funcionan). El alcohol, por sí solo, puede ser perfecto para eliminar suciedad más incrustada. Además, para pequeñas manchas puntuales, puedes utilizar toallitas específicas (es importante que no dejen pelusas).
- Aunque este truco es universal, no está de más recordarlo: los cristales deben limpiarse en zigzag, de arriba a abajo. Además, a ser posible, limpia los cristales de las ventanas en sentido horizontal por la parte del interior, y en sentido vertical por el exterior (o al revés). Así podrás identificar marcas fácilmente.