Con la llegada de la Navidad y la celebración de estas fechas, también llega el terror para muchos animales que sufren asustados los fuegos artificiales y la pirotecnia. Los perros sufren hasta tal punto con ello que pueden perder la visión por el pánico, o incluso llegar a morir de terror, como el reciente caso de una perra bóxer en Argentina.
Por ello cada vez son más las campañas que piden acabar con estos actos y que los animales también puedan disfrutar de estas fiestas sin temor. Hasta que ese momento llegue, algunas webs especializadas dan trucos para que podamos calmar a nuestros perros durante los fuegos artificiales:
Se trata de uno de los métodos más extendidos y se basa en el contacto corporal del animal. Para ello se pueden utilizar telas o vendas. Se tienen que envolver por el cuerpo del perro con una suave presión, para que el animal pueda tener cierta sensación de calma. Desde Anigram han realizado un infograma donde explican los pasos a seguir para hacerlo de manera adecuada:
Otros de los consejos para preparar al animal para la pirotecnia se basa en salir a pasear durante al menos 20 minutos antes de que vayan a empezar los fuegos artificiales, algo que le relajará y hará estar más calmado. A parte de eso, los expertos aseguran que no es bueno estar preparando todo el tiempo al animal para lo que va a suceder, porque aunque lo intentemos el miedo le surgirá igual. Por eso es aconsejable no agobiarle en exceso ni estar consolándolo antes de que ocurra.
Cuando empiecen los ruidos, enciérrate con él en una habitación con ventanas, persianas y todo lo posible cerrado para que la molestia sea menor. Puedes llevarle sus juguetes favoritos y su cama hasta esa zona donde vayáis a estar. Un mordedor es una buena idea para que utilicen y traten de relajarse.
Se puede poner también música relajante o la televisión en el interior del cuarto para contrarrestar el sonido exterior y tratar de que el animal se calme. Pero lo más importante es que no dejes solo al animal y que vea que estás ahí con él, ya que no puede entender de dónde vienen esos ruidos y si te ve cerca y tranquilo podrá relajarse un poco más.
Además, aunque se pongan nerviosos y ladren, hay que comprender que es una situación muy estresante para ellos y que no hay que echarles la culpa, ya que no comprenden lo que pasa. En vez de regañarles por su nerviosismo, puedes acariciarle y hacer que se sienta cómodo y seguro.