La primera premisa del documento, que recoge Europa Press, es actuar rápidamente porque las primeras horas son muy importantes "para salvar la vida de un niño o niña o evitar la exposición a una nueva situación de maltrato". Asimismo indican que "todo adulto conocedor de una situación de riesgo a un menor de edad está obligado por ley a dar traslado a las autoridades competentes, además de prestar auxilio inmediato".
En caso de que el peligro sea inminente para el menor, hay que proceder a llamar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o Emergencias (112). Si se encuentra en la calle, habrá esperar junto a él en un lugar determinado -tiendas, cafeterías,etc- hasta que lleguen los organismos competentes.
Si por el contrario hay sospechas de un posible caso de maltrato infantil, proceder a llamar al teléfono de ANAR (600 505 152) o escribir por Whatsapp al mismo número. Estos servicios son anónimos y están atendidos por psicólogos, además de contar con el apoyo de abogados. Una parte fundamental es no tener miedo de denunciar.
Otra clave es recabar la mayor información posible que permita identificar el riesgo en el que se encuentra, así como describir lo mejor posible la situación que padece el menor. Llegado el caso, lo mejor es trasladarle a los organismos competentes para que actúen de inmediato.
Por último es muy importante mostrar determinación a la hora de prestar ayuda. Y es que a un niño o niña le aterra recibir posibles represalias por denunciar.