Comer y cenar tarde dificulta la pérdida de peso, ha destacado Claudia Guerrico, nutricionista de PsicoActúa, la Unidad de psicología y medicina para la salud del Hospital Vithas Medimar Internacional (Alicante), con el objetivo de concienciar sobre la relación de los horarios de comida y la aparición de obesidad u otras patologías.
El horario es una de las consecuencias principales de que se pierdan numerosos beneficios de la dieta mediterránea. En este sentido, la experta ha destacado que la programación de las comidas se ve afectada por la jornada laboral, entre otras consecuencias.
Asimismo, ha apuntado que el falso mito de saltarse la cena para adelgazar puede provocar el empeoramiento de situaciones de estrés, depresión o ansiedad. Por ello, la doctora ha aconsejado que si se va a cenar tarde mejor cenar ligero que no comer nada.
Por otra parte, ha puesto de relieve que para adelgazar se deben consumir diariamente menos calorías de las que se gastan habitualmente en las actividades, por lo que no vale comer mucho en una comida y muy poco en otra. Así, ha concluido que "nuestros procesos biológicos varían durante el día y la noche, haciendo que la asimilación de nutrientes también sea diferente".
Por último, ha señalado que el desayuno debe ser completo, incluyendo lípidos y proteínas. Para ello, ha recomendado tomar pan integral o con semillas, cereales integrales, copos de avena integrales, queso, jamón serrano, huevo, frutos secos, aguacate y lácteos.
Respecto a la comida, que debe ser más densa, ha apuntado que se deben consumir carnes rojas una o dos veces por semana, pescado legumbres, pasta integral, arroz integral, aves y verduras crudas y cocinadas. Para la merienda ha recomendado consumir frutas o lácteos. Y, finalmente, en la cena ha concluido que se deben evitar grasas e hidratos de carbono por lo que ha aconsejado tomar pescado, aves o vegetales cocinados al horno, plancha o hervidos.