La implantación del vehículo eléctrico es imparable y la red eléctrica está preparada para asumirlo: “El vehículo eléctrico previsto de aquí al 2030 es perfectamente asumible por las redes de distribución y por el sistema eléctrico español”, explica Marina Serrano, presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica.
Pero hay que seguir invirtiendo. Sobre todo, “hay que desarrollar una infraestructura de carga más extendida en todo el territorio”, como apunta Patrick Renau, presidente de la Asociación promotora del vehículo eléctrico Volt Up.
De momento, en España las ventas representan un escaso 1% frente a países como Noruega, donde rozan el 50.
Preocupa la factura de la luz, pero los expertos tranquilizan: “Hará aumentar la factura eléctrica, pero por otro lado lo que no tendré serán los gastos de combustible”. Además, este tipo de vehículos ayudará a mejorar la calidad del aire.
El ‘pero’ sigue siendo el precio, aunque hay estudios que señalan que en 5 años podría equipararse el precio de eléctricos y gasolina.