En la crisis económica provocada por el coronavirus uno de los sectores que más se han visto afectados y más cierres de negocios han sufrido ha sido la hostelería, pero muchos españoles se han propuesto que una de las señas de identidad y de reunión favoritas no caiga en el aviso, por ello han decidido que con un simple gesto ayudar al bar de la esquina.
Los clientes más fieles intentan por todos los medios que sus bares y cafeterías preferidas no echen el cierre. Y para ello intentan seguir haciendo pedidos, aunque sea para tomar en casa.
Este gesto los empresarios lo agradecen mucho, muchísimo. Hemos encontrado un local en Bilbao que ha recibido una carta con 30 euros dentro, por los cafés que una clienta no se va a poder tomar en todo el mes.
Hay quien no quiere descuentos y quien arranca las lágrimas a los dueños de los locales, porque los bares son más que un negocio, son nuestra segunda casa.
Hosteleros, grandes cadenas y plataformas de reparto de comida a domicilio han criticado las restricciones horarias impuestas por algunas comunidades autónomas con sus toques de queda por considerar que en la práctica impiden la entrega de pedidos por la noche.
Hostelería de España, Marcas de Restauración y la patronal Adigital han exigido "medidas coordinadas y proporcionadas" en todo el territorio frente la "disparidad de criterios" vigente actualmente para que los bares puedan mantener su actividad dando servicio a través del "delivery" y de la recogida en el local.
Han reclamado, por este motivo, que los horarios se amplíen para dejar a los usuarios hacer pedidos hasta la medianoche y que se permita la movilidad de los repartidores para entregar la comida hasta la 1 de la madrugada.
De acuerdo con sus datos, el 35 % de los pedidos de envío de comida a domicilio se concentran entre las 21.00 y las 00.00, por lo que con su propuesta se salvaría la franja de la cena.