El padre de Claudia Abigail apenas contiene las lágrimas mientras recibe el apoyo de familia y amigos. Han acompañado el cuerpo al anatómico forense de Totana, en Murcia, donde practican la autopsia. Ausente la madre de la adolescente de 17 años que necesita cuidados médicos después de conocer el asesinato de su hija. Violencia de género confesada por el que era su pareja, de 19 años, que ha sido enviado a prisión provisional sin fianza.
Johan, siendo tan joven, cumplía todos los parámetros que se muestran en los perfiles de violencia machista. Lo primero, no aceptar que ella hubiese decidido terminar con la relación. Tampoco asumía, que la joven pudiese rehacer su vida. Y no era la primera vez que esta, que nunca le denunció por ningún hecho. Además era mayor que Claudia, menor de edad.
El martes por la tarde la atrajo hasta el trastero con una excusa: le dijo que le devolvería algunos de los regalos que le había hecho durante la relación. Ella aceptó quedar y bajar al trastero, donde, según el propio Johan confesaría luego, se cometió el crimen, con un arma blanca que ha sido recuperada y obra en poder de los investigadores.
Claudia Abigail nunca denunció a su agresor, pero en su entorno aseguran que quiso cortar varias veces la relación pero él no quería aceptarlo. Y la mató con gran violencia en un trastero de garaje. Juan Ignacio Paz, asesor técnico del Instituto de la Mujer, advierte de la violencia en los casos de machismo entre menores.
El nombre de Claudia Abigail se suma al de otras 14 menores víctimas de la violencia de género desde 2003. Pero hay 836 adolescentes en el sistema de vigilancia policial de Interior. 173 en situación de riesgo medio, 17 en riesgo alto de que su agresor ejerza violencia grave o letal contra ellas. El entorno es una ayuda vital. El ayuntamiento de Totana ofrece ayuda a la familia y se hará cargo del del entierro de la adolescente en el cementerio municipal.
Los amigos recuerdan a Claudia como una niña que quería comerse el mundo, que siempre estaba feliz y que sabía salir de las adversidades. No supo enfrentarse a ellas, al rechazo, Johan, que confesó el asesinato a su madre. Esta, en una lección de civismo, avisó a las autoridades.