La columna de gases que emana por la boca del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma alcanza ya los 5 kilómetros de altura. Los científicos no paran de analizar los materiales sólidos y gaseosos que lanza a la atmósfera. En las últimas horas se ha podido ver que junto a las cenizas que ocasionan una nieba densa y oscura, las emisiones tiene también emanaciones blancas que los especialistas atribuyen al contacto entre la lava y una gran bolsa de agua.
Los técnicos del Involca confirma que cada erupción es un mundo en sí mismo y que por eso los cambios que día a día se observan en las erupciones del volcán no son nada extraordinarias. Estos vulcanólogos creen que la aparición de una columna de humo blanco que se ha visto recientemente se debería a que el magma en su ascenso a al superficie podría haberse encontrado con un acuífero.
Probablemente, el conducto en el que está el magma está entrando agua por lo que la lava se ha topado con una bolsa de agua y la columna eruptiva adquiere un color blanquecino que se explica por la presencia del vapor de agua. El contraste térmico sería el responsable de esas emisiones que, en todo caso, no sería perjudiciales para la salud humana.
Los científicos comparan de forma coloquial este fenómeno con el que ocurriría si echásemos agua en una sartén con aceite hirviendo o el momento de apertura de una lata de refresco gaseoso.
En lo que todos coinciden es que este fenómeno no convierte al volcán en más peligroso, aunque la pregunta es si este fenómeno puede ocasionar la apertura de nuevas bocas y más coladas, algo que los científicos creen que no es muy probable que ocurra.