Los españoles celebran una Nochebuena atípica entre medidas de seguridad para prevenir contagios por coronavirus

Menos núcleos familiares en una misma cena, la realización previa de test de antígenos, el uso de mascarillas, ventanas abiertas para ventilar o distancias de seguridad en las mesas son algunas de las medidas que han adoptado varias familias durante la cena de Nochebuena. Todo ello con un único objetivo: poder pasar estas fechas tan especiales con nuestros seres queridos y olvidar, aunque sea por un momento, al coronavirus.

En casa de Ana, la cena se preparó para dos. Aunque el plan inicial no era ese, las circunstancias lo cambiaron todo y decidieron cancelar lo previsto. Aun así, no faltaron los villancicos y la alegría.

El mejor regalo: estar todos unidos

El miedo tampoco apagó la alegría de la familia Lozano. Encarni considera que “el mejor regalo” es “poder estar con tu familia, con los que quieres”. Por eso, este año se confiesan algo más comedidos. Son nueve en la mesa y todos con test de antígenos negativo. Esta era la única condición para volver a estar unidos.

Precisamente, estar únidos, con sus “nietos, con mis hijos y con mis bisnietos” era lo único importante también para la bisabuela de la familia Rivas. El viernes, por fin, cenó con los suyos. Eso sí: con las ventanas abiertas y con lo extraño que resulta comer con la boca tapada. A pesar de eso, están contentos de haberse podido reunir “todos juntos, aunque sea con la mascarilla”.

Salvo por las medidas de protección, se repite lo mismo de siempre: cocinas a todo gas, jamón y marisco en la mesa y las ganas de sentir que por un momento nada ha cambiado.