Con los contagios alcanzando cifras récord en todas las comunidades autónomas, no es de extrañar que miles y miles de personas se hayan visto obligadas a pasar la Nochebuena aislados en casa o en una habitación autoconfinados. Los siguientes son solo algunas de las historias de las muchas situaciones similares que se han vivido en una Nochebuena atípica que, por segundo año, está marcada por la pandemia.
La videollamada ha sido la mejor aliada en Nochebuena para un grupo de amigos, que se contagiaron haciendo un trabajo de la universidad. Gracias a la tecnología, han estado menos solos durante la noche. Aliviados, dicen, que “por lo menos estamos todos juntos, que es lo importante”.
Así, han pasado la noche “intentando hacerlo lo más normal posible”, dice Lea, quien junto a su cena tiene el ordenador para hacer videollamadas con familiares y amigos.
Un caso diferente es el de cuatro compañeros, todos ellos contagiados, que decidieron confinarse juntos para no pasar estas fechas solos. "Tuvimos la mala suerte de pillar el covid hace cinco días”, lamentan; a la vez que celebran haber tenido la “suerte” de que fuese juntos. “Es la primera Navidad que pasamos sin nuestra familia, pero intentamos mejorar", dicen.
Pero sin duda para situación especial la de Manuel. "Yo al revés de todo el mundo. Toda mi familia positiva y yo sin covid confinado", explica.
A pesar de la situación, a todos ellos no les falta la comida rica, los besos a distancia y las llamadas.