Todo empezó el pasado 16 de julio. Vianca desaparecía. Un mensaje fue clave pero también complicó las investigaciones. “Mamá, que me voy, cuida al niño”. Vianca, a sus 25 años y con un pequeño que ahora tiene 7 años, no podía más. Estaba de nuevo embarazada, quería tener al pequeño, pero la situación con Joel era insostenible. Además, él no quería ser padre. Ahora se sabe que ese mensaje pudo ser enviado con Vianca ya muerta.
Las imágenes de las fotos de las redes sociales engañaban. Las sonrisas escondían episodios de malos tratos por parte de su pareja, Joel Pérez, de cuarenta años. La familia de Vianca confirma que hubo denuncias, que la joven había sufrido episodios de mal trato en varias ocasiones. Incluso una de sus tías una vez salió en su ayuda. Tres años de calvario, de celos, de amenazas, de coacciones. Hasta esa llamada que provocó que los investigadores dijeran a la familia que la joven al ser mayor de edad podía haberse ido. Pero no fue así. Vianca no aparecía. Joel, al igual que hizo Ana Julia en el caso Gabriel, participó en la búsqueda de su mujer.
Pero la aparición del cuerpo en el río Congost de Granollers (Barcelona) el pasado 11 de septiembre, gracias a unas riadas, destapó otra cruda realidad. Lo hizo justo en la zona en la que el propio Joel dijo que no se buscara porque estaba llena de jabalíes. Al principio no se tenía constancia de que fuera Vianca, incluso se pensó que podría ser Mònica Borràs, de Terrassa, pero al final, los restos de ADN (el cuerpo estaba descompuesto), lo confirmaron. Y sí, pese a todo, había indicios de violencia en él. Vianca estaba embarazada. De hecho, esa fue la primera excusa de Joel, que se había ido a abortar. Pero nadie de la familia creyó su versión y siempre pensaron que estaba detrás de su desaparición.
Este lunes los investigadores decidieron entrar en casa de Joel Pérez, en Granollers, y detenerlo. Durante la detención la policía científica también registró su casa. El juez que lleva el caso, que ya se considera un caso de violencia machista, ha ordenado el secreto de sumario mientras avanzan las investigaciones. La policía catalana tiene claro que el hombre mató a la joven y después se intentó deshacer del cadáver. Ahora le acusan de homicidio doloso. Los investigadores creen que mató a su mujer el mismo día de su desaparición. El detenido pasó a disposición judicial este miércoles como presunto autor de un delito de homicidio y el juez decretó su ingreso en prisión preventiva.
En el último audio enviado por Vianca a su madre, le pedía por favor que recogiese a su hijo y sus cosas, expresando que ya no podía más con la situación que atravesaba.
“Mira mami, hazme el favor y recógelo mañana, recoge las cosas mañana que yo estoy cansada de toda esta mierd*, de tener problemas aquí, con Joel y con todos ustedes, así que yo me voy a ir lejos de aquí”, le dijo, en sus últimas palabras hacia ella.