El caso Marta Calvo no deja de dar giros después de la entrega voluntaria de Jorge, que llegó al cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent (Valencia) diciendo eso de "soy el hombre que estáis buscando". A partir de ese momento los hechos se han sucedido y han sido todo lo dramáticos que se esperaba después de saber que Jorge limpió su casa con lejía, que se encontrara ropa con sangre y que Marta siempre escribía a su madre un whastapp para decir que estaba bien cuando se encontraba fuera de casa. Sí, la realidad es que Marta está muerta, aunque no se ha encontrado el cuerpo. Ahora, hay que ver qué ocurrió en el pueblo de Manuel. Pero las preguntas sin respuesta siguen.
La Guardia Civil interrogó en varias ocasiones a la madre de Jorge, que ha pasado por una auténtico calvario durante el último mes. Todo indica que fue ella quien convenció a su hijo de que se entregara. No se sabe si ella fue la que le dio cobijo mientras estaba huido. Espera la madre que todo se aclare, lo que muestra que cree en la versión de su hijo de que la muerte fue accidental.
Una de las preguntas que los investigadores y la ciudadanía se hacen es qué motivó a Jorge a descuartizar a Marta si como ahora ha confesado la muerte fue accidental tras una noche de sexo y drogas. Jorge señala que le entró el pánico porque tenía antecedentes. No le ayuda el hecho de que otra mujer que ejercía la prostitución en Valencia muriera después de un encuentro con Jorge que huyó sin prestarle auyda cuando estaba entre la vida y muerte.
Aún no se sabe porque no hay cuerpo, que Marta realmente consumiera cocaína como ha señalado Jorge. La posibilidad de que esta fuera de gran pureza y una alta dosis, sí es un motivo para provocar el fallecimiento. Pero sin cuerpo...
Procesalmente a Jorge le conviene que no se encuentre el cuerpo. Sin él puede defender una muerte accidental. La pena con el cuerpo sería otra. Los investigadores no descartan que Jorge ponga encima de la mesa confusión para evitar que se encuentre el cuerpo.
Condenar por homicidio o asesinato sin tener el cadáver es posible, aunque dificulta mucho la acusación. El cuerpo de Marta del Castillo nunca se encontró, pero la confesión de Miguel Carcaño y los restos de ADN que se hallaron fueron suficientes. Lo condenaron a veinte años y el Supremo aumentó un año y tres meses la pena por el daño moral que le produjo a la familia la ocultación del cadáver. Pero deshacerse del cuerpo o descuartizarlo no se considera un agravante. El Partido popular presentó en enero una proposición de ley para que sí sea un supuesto para condenar a prisión permanente revisable.
Difícil parece que en las plantas de reciclaje pasaran por alto algo así porque estas se paran ante elementos de más de 10 centímetros. No parece probable que Jorge fuera capaz de trocear el cuerpo de Marta en elementos más pequeños, si es que realmente hizo tal cosa.