Jorge Ignacio ha aparecido hoy custodiado por dos guardias civiles después de confesar ayer el presunto asesino de Marta Calvo. Con media barba y la capucha sobre la cabeza. Ocultándose, como suelen hacer las personas de su perfil. Cinco horas estuvo declarando ante la policía asistido por un abogado que no era de oficio, sino contratado. De la comisaría, el joven fue trasladado a la comandancia de Valencia.
Jorge ha confesado que la muerte de Marta Calvo fue accidental provocada por una noche de sexo y cocaína. De hecho es posible que una de las prácticas que realizaron esa noche fuera la de la fiesta blanca. En esta práctica, el contacto con las drogas se hace vía genital, lo que hace que su impacto sea mucho mayor. En algunos casos también se rocían las sábanas con cocaína.
No debía ser una práctica desconocida para Jorge porque ya vivió la muerte de una prostituta en Valencia tras una noche de sexo y drogas en la que la joven tras tener vómitos y ser llevada al hospital falleció. Jorge abandonó la habitación sin prestarla auxilio. Esta vez también se asustó, según su declaración y al ver a Marta muerta decidió descuartizarla y deshacerse del cuerpo. Todo habría ocurrido en su casa de Manuel. Por eso cuando se registró la vivienda se comprobó que había sido limpiada de forma exhaustiva con lejía. También había ocurrido lo mismo con la otra casa de Ollerías. Jorge ha confesado que esparció los restos del cuerpo en varios contenedores de varias localidades de Manuel, Carcaixent y Silla. Jorge en su cara a cara con la madre de Marta, que no recibió el whastapp que siempre recibía de madrugada
Jorge se entregó el miércoles, 4 de diciembre, en el puesto de la Guardia Civil de Carcaixent, en Valencia. “Soy Jorge, la persona que estáis buscando. Yo me he deshecho del cadáver de Marta Calvo", aseguraba a los agentes el detenido al entregarse sobre las 3:00 horas de la madrugada en el cuartel. El joven se encontraba en paradero desconocido desde el día 12 de noviembre cuando entregó su coche a un amigo para que lo desguazara.
Jorge llevaba una doble vida, la de presunto estudiante universitario en Ollería y la de perfecto desconocido en Manuel, donde todo apunta a que trapicheaba con drogas.