Celia, la niña de 10 años que ha emocionado a los sanitarios de Orense: "Gracias por cuidar a papá"
Miguel, su padre lleva casi dos semanas ingresado con coronavirus
Los sanitarios recuerdan que cuando ingresó padecía insuficiencia respiratoria
La carta de Celia, de 10 años ha emocionado a todo el personal del Hospital de Orense
Celia tiene 10 años y un corazón que no le cabe en el pecho. Lleva más de 12 días sin ver a Miguel, su padre, ingresado en el Hospital Universitario de Orense contagiado por coronavirus. Han sido momentos muy complicados para ella, su hermano Roi, de 13 y su madre, Natalia. Pero durante todo este tiempo los sanitarios que han atendido a Miguel han mantenido informada a toda la familia y Celia ha querido agradecérselo enviándoles una gran carta en la que le dice: "Gracias por cuidar a papá".
La cartulina morada no solo ha servido para reconocer el gran papel de los sanitarios en esta pandemia tan devastadora sino también para arrancarles al mismo tiempo lágrimas y sonrisas de emoción por tantos sentimientos encontrados.
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En su mensaje, Celia le dice a las cuidadoras de su padre "Gracias por cuidar a papá. Gracias por vuestro cariño, por vuestra paciencia, por las buenas y cariñosas palabras con las que habláis con mi mamá, y tenéis que estar muy orgullosos por vuestro trabajo. Deseo que esto se acabe pronto, para que así podáis descansar. ¡Os lo merecéis! Muchísimas gracias ¡Ánimo!".
El personal de Neumología de la planta 5ª Norte del Hospital Universitario de Orense recuerdan que cuando Miguel llegó al centro sanitario se encontraba con una grave insuficiencia respiratoria, algo que ya parece haber superado al verle sentado en el sillón en el que lee la carta de su hija rodeado de esas mismas enfermeras que han luchado por mantenerle con vida para Celia, Roi y Natalia.
Pero ahí no acaba la historia. La carta de Celia tuvo respuesta con un mensaje que los sanitarios hicieron llegar a la pequeña con la firma de todos los cuidadores de su padre y el que le devolvían su gratitud: "Muchas gracias por haber reconocido nuestra labor, intentamos hacerlo de la mejor manera posible", le decían entre otras cosas.
Hoy Celia está feliz, Miguel ha recibido el alta hospitalaria y ahora tiene a su padre en casa y pegado en el cristal de su ventana la nota de aquellos que le cuidaron cuando más falta le hacía.