Carola Vackeros, sueca, actriz porno, y madre. Decidió ganar dinero abusando de dos de sus cinco hijos. Comenzó haciendo sesiones en directo en internet y acabó grabando vídeos con sus hijas de 14 y 8 años. No utilizó a los otros, por la edad y porque uno es varón. La niña más pequeña, la quinta, se libró porque vive en Suecia con su padre biológico. A los otros cuatro se los trajo a España. Los pequeños son hijos de tres padres distintos.
José Luis Caramé, teniente del Departamento de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa nos explica cómo creen que se produjo esa evolución. “Al hacer sesiones en directo le debieron hacer propuestas concretas y por eso comenzó a preparar vídeos caseros, utilizando a sus hijas, según las peticiones que le hacían”. La Guardia Civil encontró en su casa unos 20 vídeos preparados para vender. En ellos se la veía “tocando” a sus hijos. Junto a los juguetes de los niños estaban los juguetes porno que Carola vendía también por internet.
En el mundo de la pornografía tenía varios perfiles en foros especializados. En sus vídeos de actriz porno se la veía perfectamente la cara, pero abusando de sus hijas nunca la mostraba. Se la identificó por varios tatuajes de su cuerpo, en concreto en su brazo donde llevaba los nombres de sus hijos. Con las niñas no tuvo tanto pudor porque mostraba sus caras sin importarle que fueran identificadas.
Cuando Suecia solicitó la ayuda de la Guardia Civil comenzó una búsqueda a ciegas pero urgente porque se trataba de niñas abusadas. El Departamento se volcó en encontrarlas y comenzaron a rastrear las redes sociales de la madre y de los hijos. Lograron encontrarla por la red social de su hija mayor. Los guardias de la Comandancia de Málaga ayudaron intentado identificar todas las imágenes que se veían en las fotografías que la niña de 14 años colgaba inconscientemente.
Habían llegado desde Malta a España, a la Costa del Sol. Estuvieron viviendo en varias casas de amigos suecos, de prestado, hasta acabar en Benalmádena. Hubo un momento en la investigación que ella pudo saber que en Suecia la estaban buscando y aprovechó para ocultarse con los cambios de domicilio. No encontraron ninguna imagen grabada en España en esos vídeos, por eso fue extraditada. Ha sido condenada a seis años de prisión. En España habrían sido cerca de 20 años, por abuso de menores, producción y distribución de pornografía infantil.
También han sido condenados los 3 compradores de los vídeos, y dos mujeres, actrices porno como ella, que también utilizaron a sus pequeños. La cooperación judicial internacional fue fundamental, con una reunión en la que participaron representantes de EUROJUST, Fiscalías de Suecia y Málaga, Guardia Civil y Policía de Suecia. Tras esta reunión, se emitió una orden europea de detención contra la investigada y una orden europea de investigación que permitiese realizar un registro en su domicilio. En apenas unos días desde la primera información que apuntaba a España, se llevaron a cabo el registro domiciliario y la detención de Carola Vackeros y los niños fueron liberados. Una rapidez necesaria para salvar a los pequeños víctimas de la explotación en todo el mundo.