En la lucha contra el cáncer de próstata, uno de los más comunes y mortales entre los hombre, se abre una nueva y esperanzadora vía de estudio que puede ayudar a la curación de la enfermedad.
Hasta el momento, los médicos aplicaban medicación que inhibía la hormona de la testosterona porque pensaba que actuaba como gasolina que alimentaba el tumor y lo hacía expandirse pero un nuevo caso ha confirmado totalmente lo contrario.
En afirmaciones al Telegraph, el profesor de la universidad de medicina de Balmtimore, Sam Denmeade, quien lidera el nuevo estudio sobre el cáncer de próstata señala que su objetivo es “sacudir las células cancerosas exponiéndolas rápidamente a niveles muy altos, seguido de niveles muy bajos de testosterona en la sangre. Los resultados son inesperados y emocionantes”.