La reforma educativa del Gobierno de Pedro Sánchez empezó con la LOMLOE o Ley Celaá, que derogó –como hacen todos los Ejecutivos- la anterior norma del PP. La culminación de este proyecto educativo llegará con cambios en el acceso a la universidad. El Ministerio de Educación que dirige Pilar Alegría pretende presentar la nueva Selectividad en junio, justo cuando esta se celebra.
Los grandes pilares que la nueva EBAU o Selectividad, que debería empezar a funcionar en dos años, en 2024 son:
Tanto desde el Ministerio de Educación como desde el de Universidades, que dirige Joan Subirats, parecen estar de acuerdo con la necesidad de unificar a nivel nacional el acceso a la universidad. Sin embargo, esta medida, que han reclamado muchos sectores, es difícil teniendo en cuenta que la educación está transferida a las comunidades autónomas.
Así, que parece que la opción más fiable sería tener una parte “homologable” pero no exámenes iguales, según informa El Español.
La Ley Celaá implica que a los alumnos se les evalúe más por sus competencias o capacidades que por los conocimientos adquiridos. Extender este sistema a la EBAU es un error para algunos expertos.
“Un examen por contenidos es que expliques la Revolución Francesa con fechas y hechos, por competencias que sepas la influencia de la Revolución en nuestra vida. Eso es algo subjetivo y no es evaluable correctamente”, señala Mario Gutiérrez, portavoz del área de Educación de CSIF.
La nueva EBAU tendrá que adaptarse a los nuevos bachilleratos previstos en la Ley Celaá y que estarán en marcha en el curso 2023 / 2024.
Para entonces, a los bachilleratos científicos, tecnológicos, sociales y humanísticos se le suman otros tres: el general –para los indecisos- y dos de arte, uno de artes plásticas, imagen y diseño y otro más enfocado a la música y las artes escénicas.
La LOMLOE también prevé que un alumno pueda hacer el Bachillerato en tres años por circunstancias “personales, temporales o permanentes”. Es una opción pensada por ejemplo para jóvenes deportistas.
También se introduce la posibilidad de que un estudiante haga la Selectividad con una asignatura de bachillerato suspendida, si los profesores consideran que tiene las capacidades suficientes. Este planteamiento no ha gustado nunca a los docentes.
Para carreras como la de Magisterio, según informa El Español, el Ministerio de Educación plantea que haya una prueba específica una vez superada la Selectividad.
Esta prueba buscaría evaluar las aptitudes de la persona con miras a la labor educativa que desarrollará en el futuro.
En cualquier caso, desde Educación creen que podrán ofrecer un borrador de su propuesta de reforma de la EBAU a la comunidad educativa en junio. El objetivo del Gobierno es que la reforma de la selectividad esté en marcha para junio de 2024, en dos cursos académicos.