Los expertos aseguran que dormir una hora menos tiene efectos innegables para la salud en toda la población. Estas consecuencias se agravan más en niños y en ancianos. Las personas de mediana edad se acostumbran muy rápido al cambio de hora y en tan solo un par de días se han olvidado del nuevo horario. No obstante, los niños y los ancianos pueden tardar entre una y tres semanas en adaptarse.
Las consecuencias del cambio de hora para nuestra salud son insomnio, somnolencia diurna, irritabilidad, ansiedad y dificultad para concentrarnos. Existen algunos trucos para afrontar estos síntomas y lograr descansar. Por ejemplo, hacer un poco de ejercicio por la tarde, no cenar demasiado y evitar utilizar aparatos electrónicos antes de ir a la cama. De esta forma podremos conciliar el sueño mejor. Pero ahora con la posibilidad de que haya más horas de sol es el momento de hablar de los beneficios que esto puede causar en nuestra mente y en nuestro cuerpo.
Los niños harán más actividad física
Un estudio publicado en la revista International Journal of Behavioural Nutrition and Physical Activity en el que participaron el pasado año más de 23.000 niños de 5 a 16 años de nueve países (Inglaterra, Australia, Estados Unidos, Noruega, Dinamarca, Estonia, Suiza, Brasil y Portugal), destacaba que los niños hacen más ejercicio físico si el día más largo. Entre un 15-20% mayor en los días de verano, cuando el sol suele ponerse después de las 21.00 horas.
La luz solar marca el ritmo vital: acompañarlo mejor el sueño
El ritmo principal externo que influye a este reloj interno es la luminosidad solar. Su importancia es capital porque influye tanto en un mejor descanso como en una mejor asimilación de los alimentos.
Mayor sensación de bienestar
El contar con un horario único también tendrá un efecto positivo en el ritmo biológico de las personas, porque nos permite una mayor sensación de bienestar en armonía con los ritmos y ciclos de la naturaleza. Todo lo anterior contribuye a la calidad de vida de las personas, sobre todo en lo referido a la percepción de bienestar psicosocial.
Más posibilidades de adelgazar
las células grasas perciben la radiación ultravioleta, reduciendo su tamaño al exponerse al sol.
Favorece al corazón
Algunos deportistas toman el sol antes de una competición porque este provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.
La luz favorece a nuestro sistema inmune
La luz solar refuerza, por ejemplo, nuestras defensas inmunológicas. Está demostrado que los pacientes en habitaciones con ventanas sufren menos mortalidad y se recuperan antes de su enfermedad. La baja exposición al sol es un factor de riesgo para la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple y el asma. La psoriasis, también asociada a bajos niveles de vitamina D.
Menos depresiones y mejor estado de ánimo
El trastorno afectivo estacional se produce más durante el invierno. La luz brillante aumenta la producción de serotonina haciéndonos sentir mejor y mejorando el rendimiento cognitivo (estudio). La radiación ultravioleta del sol eleva la producción de betaendorfinas, otro de los motivos por los que nos da placer sentir el sol sobre la piel
Mejora nuestro reloj biológico
La luz de la mañana sincroniza nuestro ritmo circadiano, optimizando el funcionamiento de toda nuestra fisiología. . Como lo evidencian los individuos que trabajan en turnos nocturnos o rotativos, la alteración del ciclo circadiano está fuertemente asociada con el desequilibrio metabólico.
Activa nuestro cerebro y mejora nuestra concentración
La luz puede modular la actividad de las estructuras subcorticales involucradas en el estado de alerta.
Reducción de la miopía
Ya hay estudios que establecen una relación entre más tiempo en el exterior y menores tasas de miopía, incluso hay alguno que certifica que cada hora extra semanal expuestos a luz natural reduce el riesgo de miopía en un 2%.
Más seguridad
El hecho de hacer nuestra vida cotidiana a la luz del día también proporciona más seguridad. Los estudios señalan que con más luz se reduce en las ciudades el índice de criminalidad.
Más actividad con familia y amigos
La realidad es que un día con más horas de luz alienta a las personas a hacer más actividades con amigos y la familia fuera del hogar. Eso tiene también un impacto en la economía. Más consumo en terrazas, más visitas a locales de ocio, más actividades al aire libre. Las tiendas y los negocios reportan un incremento en las ganancias en los meses de horario de verano.