Las UCI en la Comunidad Valenciana están al borde del colapso e, incluso, en algunos hospitales como Elda, Orihuela o Sagunto, al 133% de ocupación, ya se encuentran en una situación "más que preocupante". Así lo explica Víctor Pedrera, secretario general del sindicato médico CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos) en la Comunidad Valenciana y vicesecretario a nivel nacional.

"Las UCI están al 100% de su capacidad", explica Pedrera. El médico cuenta que la Administración "no está explicando de forma adecuada los datos": "Cuando dicen que hay un 30% o 40% de las camas ocupadas, se refieren a que las UCI están totalmente ocupadas y que ese porcentaje se corresponde con los pacientes covid". Pedrera reitera que no hay que olvidar que aunque esté el virus también hay otras patologías como infartos, tumores u otras enfermedades.

Pedrera, que ha difundido un vídeo para explicar esta situación, también ha atendido a NIUS y ha explicado que las UCI de los hospitales del territorio valenciano están funcionando a modo de camas calientes: "Cuando un paciente sale de la UCI, hay otro esperando para subir".

En las plantas de los centros sanitarios hay cola para entrar en cuidados intensivos. Esta situación, según el médico, viene porque el Gobierno no ha hecho una previsión adecuada de los acontecimientos: "Nos ha pasado lo mismo que en la primera ola. Ahora ya no hay excusa, no nos ha pillado de sopetón".

Entre las quejas de este sindicato, se encuentra la poca confianza de la Administración con los médicos y sociedades científicas: "No han querido escuchar nuestra opinión ni nuestras medidas y soluciones".

Este jueves la Conselleria de Sanitat ha contabilizado un aumento de 50 ingresos en planta por covid en los hospitales y 12 en las UCI. En total, hay 1.580 pacientes ingresados y, de ellos, 260 en cuidados intensivos: 136 en la provincia de Castellón, 19 de ellos en UCI; 509 en Alicante, 95 de ellos en UCI; y 935 en Valencia, 146 de ellos en UCI.

En Elda, Orihuela y Sagunto ya se están utilizando las REA (salas de reanimación) como plantas de UCI. "Si continuamos ocupando estás unidades vamos a llegar al punto de que habrá operaciones quirúrgicas que no se van a poder realizar", explica Pedrera.

Estas salas de reanimación son ocupadas en gran parte por pacientes después de una operación. En algunos casos, estos enfermos necesitan "sí o sí" una cama en la REA: "Si se ocupan no se podrá operar". La estancia mínima por paciente en cuidados intensivos es de entre 15 y 20 días; por tanto, Pedrera afirma que "la saturación a este ritmo de ingresos está más que garantizada".

Ante esta situación previa al colapso sanitario, Pedrera afirma que la única solución es "la inversión y escuchar de una vez a los profesionales y sociedades científicas". Esto está provocando, por ejemplo, que se recurra a los MIR, hecho que "repercute directamente en su formación". Además, no descarta el confinamiento domiciliario: "Es momento de adoptar medidas más intensas que las que hay".