Cadena perpetua para un joven de 16 años que asesinó a apuñaladas a otro adolescente en un autobús

Marvin Dyer, un adolescente de 16 años, ha sido condenado a cadena perpetua en Old Bailey por el asesinato de otro joven de 16, Baptista Adjej, tras haberle apuñalado en el corazón y los pulmones con un cuchillo de combate en un autobús. La causa, una venganza por una discusión a través de la aplicación Snapchat. Dyer cumplirá un mínimo de 16 años, lo que significa que tendrá 32 antes de poder solicitar la libertad condicional.

Semanas antes del asesinato, Baptista y un amigo de 15 años se involucraron en una disputa a través de Snapchat con los acusados, a quienes apenas conocían. La charla comenzó como una broma mutua, pero luego se volvió fea. Dyer, enfurecido con Baptista porque le había llamado "enano", le amenazó con esperarle a la salida del colegio, St Bonaventure's, Forest Gate, al día siguiente. Sin embargo, no apareció.

Semanas después, el 10 de octubre, Baptista y su amigo de 15 años tomaron el autobús a Stratford. Dyer, que entonces tenía 15 años, subió a Stratford Broadway y se puso tranquilamente un pasamontañas en la cara mientras llevaba un guante de látex azul. Mientras Baptista y su amigo bajaban las escaleras, fueron sorprendidos. Dyer los apuñaló a ambos con un cuchillo de combate de 25 centímetros.

Dyer, agarrado a la barandilla en un ataque que duró solo nueve segundos, infligió dos heridas fatales a Baptista antes de volver su atención hacia el amigo de Baptista. Baptista fue apuñalado dos veces en el pecho. La hoja le perforó el pulmón y el corazón. Sin darse cuenta de la gravedad de sus lesiones, se escapó y llegó hasta Stratford Center antes de colapsar. Los médicos lucharon para salvarlo, pero Baptista murió a causa de sus heridas. Su amigo fue apuñalado una vez en el brazo y la pierna. Fue trasladado al hospital donde permaneció casi una semana. Desde entonces se ha recuperado por completo.

La noticia del asesinato se difundió rápidamente en las redes sociales y en toda la comunidad. La familia de Dyer, que había escuchado los rumores, le encaró al día siguiente del asesinato. Confesó y su madre lo llevó a la comisaría de Forest Gate. Un día después, fue acusado del asesinato de Baptista, lesiones corporales graves con intención en relación con el segundo de 15 años y dos cargos de posesión de un arma ofensiva. Fue puesto en prisión preventiva a la espera de juicio y, posteriormente, sentencia.

El sargento Soren afirmó: "Es triste y preocupante que se haya utilizado una violencia tan extrema para resolver un conflicto tan pequeño, nada más que insultos. Mis pensamientos están con todos los afectados por este incidente tan trágico e innecesario y espero que cualquier persona involucrada en el crimen y la violencia con cuchillo saque algo de este resultado: nada vale el precio que se pagará por el asesinato y, en última instancia, ese precio ya está pagado no solo por el perpetrador y la víctima, sino también por sus familias ”.

En una declaración la madre de Baptista admitió que "nunca podremos superar su muerte, pero esperamos, y oro, que con el tiempo el dolor constante que sentimos disminuya". “Nuestros planes y los de Baptista siempre fueron que él terminaría la escuela y pasaría a la educación superior, se casaría y, si tenía la bendición, tendría hijos y me haría abuela. Sus sueños, junto con los míos, nunca se harán realidad porque nos lo quitaron de una manera tan cruel", agregó.