Giro en la investigación de la desaparición de Pablo Sierra en Badajoz. La principal hipótesis con la que trabaja ahora la policía es que el estudiante cayó al río Guadiana y fue arrastrado por la corriente. Hay equipos trabajando en las orillas del río este miércoles, trece días después de la desaparición del joven de 21 años.
El Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional ha desplazado una unidad a Badajoz donde seguirá buscando a Pablo Sierra. Son buzos expertos que se meten en el agua y rastrean las orillas centímetro a centímetro en un trabajo minucioso. Usan pértigas para escarbar entre los juncos y en el lodo de las orillas en busca del joven. El rastreo se ha centrado en el punto en el que fue encontrado el teléfono móvil manchado de sangre de este estudiante de 21 años.
En tierra, mientras tanto se sigue buscando con la ayuda de drones y patrullas, un rastreo que se ha extendido hasta la frontera con la cercana Portugal. La Policía no ha descartado ninguna hipótesis y no ceja en la búsqueda.
El Centro Nacional de Desaparecidos ha habilitado en su página web (Ministerio del Interior) una opción para que se pueda informar sobre cualquier detalle en relación a la desaparición de Pablo Sierra de forma confidencial. La última vez que fue visto el joven fue en la noche del 2 al 3 de diciembre cuando un camarero asegura haberlo visto salir del bar después de beber alcohol. A partir de ahí los investigadores se han encontrado testimonios disímiles, algunos contradictorios.
Todos los testigos, sin embargo, coinciden en que el joven estudiante desaparecido fue visto por última vez en el centro de Badajoz, pese a que su móvil fue encontrado a la mañana siguiente en una zona de paseo del río Guadiana, en dirección contraria a la residencia universitaria donde este estudiante de Matemáticas reside.