Alexander K., más conocido como Sasha, es un bebé de ocho meses perfectamente normal, que juega y sonríe como todos los demás, pero con una particularidad que le hace distinto: nació sin ojos y nunca podrá ver. Las autoridades de adopción rusas un hogar en el que le puedan colmar del amor que se merece.
La madre del niño decidió antes del parto que daría a su bebé en adopción porque no se sentía segura de poder darle la ayuda que iba a necesitar. La enfermera que se encarga del cuidado del pequeño Sasha, en un centro de la ciudad siberiana de Tomks, asegura que "no es diferente de los otros niños. Sonríe como cualquier bebé sano. Le encanta jugar y le encanta nadar. Es un bebé muy alegre".
Sasha es un bebé "único" porque la mayoría de los niños que nacen con su afección también tienen muchas otras dolencias. En su caso, tiene dos quistes benignos en la frente que pronto serán eliminados. Se cree que sufre en su forma extrema el raro síndrome de anoftalmia SOX2, que afecta a uno de cada cuarto de millón de niños. Los médicos rusos dicen que Sasha es uno de los tres únicos bebés registrados en el mundo sin globos oculares.
La doctora Tatiana Rudnikovich aseguró que Sasha "pasa todos los controles y pruebas regulares como cualquier otro bebé de su edad. Lo está haciendo bien". Sin embargo, los médicos creen que actualmente "no hay posibilidad" de que Sasha pueda llegar a ver. La enfermera cuidadora del niño le llevó recientemente a San Petersburgo, donde los cirujanos implantaron pequeños orbes en los ojos para asegurarse de que su rostro no se deforme a medida que crece, informó 'The Siberian Times'. Necesitará esas operaciones cada seis meses más o menos, cada vez con orbes más grandes.
Se espera que el niño encuentre pronto un hogar ruso, pero si nadie adecuado se presenta, podría ir a unos padres extranjeros. Actualmente existen restricciones a las adopciones en los Estados Unidos.