La Policía Nacional investiga la brutal paliza a un hombre el pasado sábado en Lugo, Galicia, por defender a su amigo, que padece una discapacidad psíquica. Estaban tomando algo en un bar, cuando empezaron a meterse con él, a mofarse, incluso llegaron a agredirle. José Manuel no pudo más y acabó apaleado. Las penas por este tipo de delitos de odio pueden llegar a los cuatro años de cárcel.
La nariz destrozada, contusiones en la cabeza y cortes. José Manuel se llevó una paliza por defender a su amigo, que padece "una minusvalía del 65%", según explica. Todo comenzó en un bar, ubicado al principio de la Rúa Mallorca. Un grupo de personas llamaron a su amigo y empezaron las mofas.
"Se estaban riendo. Se levantó uno de los chicos que estaba allí en la mesa, y ya empezó a meterle patadas, puñetazos y a tirarle al suelo", relata el hombre sobre la agresión que estaba sufriendo su amigo.
Salió en su defensa y la emprendieron a golpes contra él. Intentó huir, pero le persiguieron y continuaron con la brutal agresión. "Ya me dijo, 'te voy a matar', vi que cogió la botella y me agredió con ella, sangraba por todos lados", cuenta José Manuel.
Finalmente llegó la policía y arrestaron a uno de los autores, con numerosos antecedentes por delitos violentos. Los hechos ocurrieron en la terraza interior que tiene el establecimiento. Los delitos de odio contra personas con discapacidad han aumentado casi un 70% en el último año.
"Es mucho más fácil descargar esa frustración con aquellas personas que tienen una capacidad de defensa menor", explica al respecto Luciano Fernández, presidente de CERMI Galicia. Agresiones como la sufrida este verano por un joven con autismo también en Galicia.