Los facultativos piden más seguridad, botones del pánico, cámaras de vigilancia, o presencia policial. Ocho de cada diez sanitarios han sufrido alguna agresión en su centro de trabajo en los últimos cinco años, según un informe presentado hoy por el CSIF. Un 70,3% de las mismas fueron vejaciones, insultos y amenazas, mientas que un 10.6% llegaron a agresiones físicas, siendo las mujeres las víctimas fundamentales.
Desde CSIF se piden medidas para acabar con una lacra que crece debido al aumento de las esperas en los hospitales y la sobrecarga de trabajo. No solo eso, un 20% de los facultativos se quejan de que no hay seguridad en su puesto de trabajo, de hecho, cuando alguien sufre un acoso o agresión son los propios compañeros los que salen en su ayuda.
Después de un suceso de este tipo, el 12% necesita ayuda psicológica, el 7% solicita la baja y el 5% llegó incluso a presentar lesiones físicas. Y eso que el 49,6% no denuncian siquiera.
Más problemático resulta que el 69% de los trabajadores sanitarios desconozca el protocolo, un 75,5% no ha recibido formación al respecto, y un 79% reconoce que no ha recibido ni respaldo ni apoyo de la administración ante algún caso de este tipo.