Por qué bostezamos: aunque creas que es por sueño, esta acción tiene su razón de ser
El ser humano comienza a bostezar a partir de las 20 semanas de gestación
Una persona bosteza de media 28 veces al día
Se suele asociar al sueño o aburrimiento, pero este acto va más allá
El bostezo es un acto totalmente involuntario que tenemos en común el ser humano y los animales, y del que hay un montón de teorías sobre su verdadera utilidad en diversas webs especializadas.
Recientes estudios han confirmado que el ser humano no comienza a bostezar al nacer, sino que ya en el vientre materno lo hace: comienza a bostezar desde que se cumplen las 20 semanas de gestación. Una vez empieza a bostezar, no deja de hacerlo hasta el día que fallece. Como media, una persona bosteza unas 28 veces al día.
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Al descubrir que un feto humano también bosteza se han podido observar que es un indicativo de buen salud. Indica que se está desarrollando el cerebro y los nervios periféricos, por lo que su función es relevante a la hora de asociar al bebé a posibles disfunciones neuronales. Además también es capaz de indicar si una persona padece algún tipo de problema: bostezar en exceso, es decir, al menos más de 3 veces cada 15 minutos, es un comportamiento que tienen en común varias enfermedades como el infarto cerebral o la esclerosis múltiple, además de hipertensión intracraneal o tumor cerebral, entre otras.
Otra de las funciones que normalmente se asocian a este acto es la de refrigerador del cerebro. Según varios estudios el bostezo ayuda a regular la temperatura del cerebro y a reducirla, que aumenta a medida que se realiza una alta actividad intelectual.
También con respecto al cerebro, mucha gente cree que el bostezo ayuda a su oxigenación, pero es un falso mito. Es mentira que bostezamos más en ambientes que tienen menor cantidad de oxígeno, y no se puede demostrar que esta acción cumpla esa función de oxigenamiento. Además las investigaciones confirman que existe una relación entre el tiempo que dura el bostezo y el peso de este: un ser humano tiene un bostezo de una duración de alrededor de 6 segundos, bastante parecido al bostezo de los elefantes africanos, que tienen un cerebro similar.
Este acto ha sido considerado habitualmente como algo descortés, e incluso los griegos llegaron a pensar que el alma se salía del cuerpo durante el bostezo. Pero realmente nunca se han conocido las causas exactas por las que nuestro organismo realiza este acto involuntario. Normalmente asociamos este acto al aburrimiento o al sueño, pero como hemos visto, existen muchos más motivos detrás de ello.
Por qué es tan contagioso
Si saber el motivo por el que se bosteza es una incógnita, conocer el por qué se contagia tan fácilmente lo es aún más. Parece casi imposible poder aguantar sin bostezar cuando vemos a alguien delante de nosotros haciéndolo, o incluso si nos ponemos a pensar en ello. La única explicación que parece posible es la de las neuronas espejo, un fenómeno que crea ensayos mentales sobre experimentar por nosotros mismos sucesos que están siendo observados en otras personas.