La familia de Blanca Fernández Ochoa pasa los momentos más tensos de sus vidas. Las esperanzas pierden enteros porque hoy era para ellos, con centenares de voluntarios y un despliegue sin precedentes, clave. Fuerzas especiales, guardas forestales y grupos perfectamente organizados de voluntarios han rastreado, de hecho, una por una la docena de rutas que podría haber tomado Blanca Fernández Ochoa desde el aparcamiento en el que fue localizado su vehículo. El torrente de voluntarios ha sorprendido a todos.
Estas son las claves de una búsqueda que tiene en vilo a media España, que nunca ha olvidado las gestas deportivas de Blanca y de su familia en los Juegos de Invierno. Las zonas más inaccesibles de la sierra madrileña han quedado reservadas a los especialistas en alta montaña. Se han usado los perros más experto,s que se han puesto nerviosos en algunas de las zonas registradas. Hay que tener en cuenta la dificultad de la búsqueda por culpa de las lluvias, que pueden borrar huellas e incluso trasladar el olor a otra zona.
Blanca llegó con su coche al parking en una de las zonas de aparcamiento de Las Dehesas, situado en Cercedilla, en la sierra madrileña de Guadarrama. El coche es examinado a fondo. Las puertas estaban perfectamente cerradas y en su interior solo se encuentran algunos objetos personales. Ningún rastro de signos de violencia. Llevaba días aquí aparcado. Los investigadores creen que no se ha movido desde el pasado 25 de agosto, un día después de que la vieran por última vez en un supermercado de Pozuelo.
Blanca no utilizaba tarjetas bancarias y apenas el móvil. Lo dejó en casa cuando salió. Ahora los expertos investigan su contenido. Su hija ya ha reconocido que el like que apareció en las redes sobre la búsqueda lo hizo su propia hija.
Todas las posibilidades permanecen abiertas, de hecho la búsqueda no se centra solo en Madrid dados los infructuosos resultados de hoy. Se trata de un caso judicializado y bajo secreto de sumario, motivo por el que la delegada y el comisario no han aportado detalles, aunque el jefe de la Udyco ha aclarado que, además de la búsqueda en la zona de Cercedilla, en la sierra de Madrid, “la investigación está abierta en muchas otra vías” y se estudian “otras alternativas”. “Están abiertas todas las hipótesis, unas más que otras”, ha dicho el comisario.
Los expertos han analizado el ordenador de Blanca y han comprobado que había mirado casas rurales en Castilla y León y en Astuarias.
Era habitual que Blanca estuviera fuera de casa varios días, por eso su hija puso la denuncia cuatro días después. Los ultimos años habían sido complicados para la deportista , que sufrió problemas emocionales y económicos. La familia ha reconocido que sufría trastorno bipolar desde niña. La muerte de su hermano y su separación, aunque fuera hace diez años, fueron golpes duros para ella que siempre ha sido una mujer de sierras emocionales. Pero la familia destaca ahora que no se encontraba en un mal momento. La propia Blanca Fernández Ochoa dijo a su hija Olivia, jugadora de la selección española de rugby, que se iba al norte de España unos días a hacer senderismo.
Lo que sí existe es una grabación de Blanca de una cámara de vídeovigilancia. La captaron comprando en un supermercado de Pozuelo, muy cercano a su casa. la imagen corresponde al 24 de agosto, justo un día después de decirle a su hija que se iba a ir unos días al norte.