La incertidumbre crece en las familias de acogida que esperan poder recoger a sus bebés en Ucrania. La entrega de 100 recién nacidos por gestación subrogada está bloqueada por la pandemia y el cierre de fronteras, y los pequeños están confinados en un hotel de Kiev.
No hay brazos suficientes para acunar a todos estos recién nacidos en mitad de la pandemia por gestación subrogada.
Reciben el mimo profesional de las cuidadoras, pero carecen del vínculo familiar de madres como María, que desde Cantabria acaricia la idea de arropar a su niña nacida hace 6 semanas. Su caso es una excepción porque Rafa, su pareja, pudo volar a Kiev antes del cierre de fronteras y tiene a su hija Marta en brazos.
Atrapado en Ucrania en la pesadilla burocrática de conseguir pasaporte para la pequeña, cuenta a la prensa internacional las videollamadas diarias para que su mujer vea a la bebé.
3300 kilómetros de distancia insalvable de momento y como ellos parejas de todo el mundo. Ahora son 100 los bebés que esperan, pero la defensora ucraniana de los derechos humanos advierte de que pronto serán 1.000 los recién nacidos sin recoger por sus familias.