“Hostil, peligrosa y con un carácter que daba miedo”. Así describen a Beatriz algunos de sus vecinos y a la vista de los últimos datos sobre el asesinato de su marido parece que la viuda negra de Godelleta presenta rasgos que sí, dan miedo. La policía siempre sospechó que alguien tenía que haber ayudado a Beatriz a enterrar a su marido. Y al final lo encontró. Su hijo de 17 años que dice haber actuado intimidado por su madre. Ahora que la mujer ha ingresado en prisión provisional acusada de asesinato se sabe que su hijo ha confesado un hecho horrible. El menor ha confesado que ayudó a su madre a enterrar vivo a Isaac, aunque antes la mujer le intentó estrangular con cuerdas.
El cuerpo fue encontrado el pasado martes cuando la Policía siguió a la sospechosa hasta el terreno en el que estaba el cadáver enterrado. La historia de este crimen comenzó el pasado 1 de diciembre, cuando este hombre residente en Valencia desapareció. Desde el primer momento se puso el foco sobre su mujer, que tardó cuatro días en denunciar su desaparición. De hecho, la Policía averiguó que ella menospreciaba a su marido, que sufría una grave enfermedad neurodegenerativa, e incluso grabó un vídeo burlándose de que Isaac no podía coger el mando de la televisión. Los vecinos relataron a las fuerzas de seguridad que la mujer lo insultaba y menospreciaba en plena calle.
El cadáver fue encontrado cubierto de sacos de cal viva para acelerar la destrucción del cuerpo y también se halló un bloque de hormigón con el que su mujer trató de matarlo a golpes. Según ha confesado el menor, al ver que no conseguía su propósito, le ordenó que le diera unas cuerdas con las que ató el cuello de la víctima para estrangularlo y rematarlo.
A pesar de ello no consiguió su propósito y es que los forenses hallaron tierra en los pulmones de Isaac, lo que apunta a que seguiría vivo una vez enterrado. La mujer habría llevado a su marido con el coche especial para personas con discapacidad hasta el borde del agujero y escondió la silla entre los arbustos del terreno. La acusada está internada en la prisión de Picassent y su hijo en un centro de menores en régimen cerrado.
Beatriz alquiló una parcela en Godelleta dos meses antes de la desaparición de Isaac en diciembre, no denunció la ausencia de su esposo de inmediato y concibió supuestamente una serie de mensajes de What's App que hizo llegar a amigos y familiares de su esposo como si hubieran sido escritos por él. La idea, siempre era la misma: que quería terminar con su vida ante el deterioro por su enfermedad y que cesara su búsqueda. No lo logró.
La familia de Isaac ha dado las gracias a las fuerzas de seguridad del Estado “Hay un gran equipo trabajando y desde el primer día nos han acompañado y ayudado”. En un comunicado, pidieron “que se trate el asunto con el mayor respeto” para proteger al máximo a los dos hijos pequeños de Isaac, “que están asimilando el fallecimiento de su querido padre”.