Harto de que un grupo de okupas muy violentos le hiciera la vida imposible, el propietario de un edificio de Benicarló contrató a una empresa de desocupación. Su actuación acabó con graves enfrentamientos y la intervención de la policía.
Entre gritos y violencia, el okupa lanzó una placa de mármol desde la azotea, iniciando una batalla campal contra sus vecinos, en el momento en el que el edificio iba a ser desalojado.
Les dan un plazo de tres días para abandonar el inmueble, aunque algunas familias confirman que pocos son los conflictivos y aseguran que firmaron un contrato creyendo que era legal sin que lo fuera.
Ahora piden al propietario real un acuerdo de alquiler o margen de plazo para salir. Las imágenes de lo que podría haber terminado en tragedia ya están siendo investigadas por la guardia civil.
La Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid ha dado luz verde este jueves a la Oficina Antiokupación de la capital, que se centrará en "aportar información, certidumbre, seguridad jurídica y asesoramiento" a los vecinos.
Así lo ha dado a conocer la vicealcaldesa madrileña, Begoña Villacís, quien ha recordado que esta Oficina era uno de los puntos sucritos entre PP y Cs en el acuerdo de Gobierno de la ciudad. Villacís ha puesto en valor el trabajo conjunto del área de Seguridad, capitaneado por Inmaculada Sanz, junto al área delegada de Participación, con Silvia Saavedra al frente.
"Las personas afectadas por una okupación podrán conocer cuáles son los procedimientos, cómo contactar con cuerpos de seguridad... cuáles son las medidas que se están llevan desde el área, y
asesoramiento por canal telefónico y canal telemático", ha detallado.