El incendio y la posterior explosión en un bar del Eixample, en Barcelona sobresaltaba al barrio este martes. El siniestro ha dejado fuera de sus casas a una veintena de vecinos, que apuntan directamente a la propietaria del local, como responsable de lo ocurrido. El bar iba a ser cerrado este ocho de abril por negligencias en su funcionamiento.

Las primeras hipótesis de los investigadores señalan que el incendió que consumió por completo un inmueble y daños otros aledaños en el barrio del Eixample podría haber sido intencionado. Cuatro personas resultaron heridas, una de gravedad, la propietaria del bar que podría haber sido la causante de las llamas.

Eran muchas las quejas de los vecinos por molestias de la dueña del local. Según las denuncias, la mujer generaba inseguridad, gritaba. y amenazaba con incendiar el local La Guardia Urbana recogió las quejas y activaron una inspección de urgencia. El día 8 de abril iban a precintarlo por fallos del equipamiento y salubridad pero ese mismo día la dueña cerró y no llegaron a ejecutar el precinto.

Los peritos han analizado los restos en los que ha quedado reducido el bar donde se produjo la deflagración. El portal colindante se ha quedado sin pared y el ascensor ha sido afectado; el piso de arriba ha quedado sin suelo. La dueña del local, herida grave, está custodiada por la policía.

Algunos vecinos la han visto salir del bar con las piernas envueltas en llamas. La presidenta del la finca había intentado avisar. Le tenía miedo a esta mujer, que fue denuncada ante los mossos y luego ante la guardia urbana que inspeccionó el bar. Iban precintarlo por problemas de salubridad

Al saber de las denuncia, la dueña del bar, de nacionalidad china, se adelantó al precinto y lo cerró la noche antes. Desde el ayuntamiento han explicado que había denuncias al 010 de los vecinos alertando de molestias provocadas por la arrendataria del local.

Los vecinos contaron que la mujer del bar protagonizaba enfrentamientos, amenazaba con quemar el edificio, acumulaba papel de periódico con aceite y cuentan cómo ha sido el momento de la explosión, con gran bola de fuego. Han tenido que refugiarse en la azotea , porque no podían salir por el vestíbulo, que estaba en llamas.

Costaban quejas por molestias en este bar, la mujer generaba inseguridad y gritaba. La Guardia Urbana recoge las quejas y se activa la inspección de urgencia. El día 8 de abril se toma la decisión de instar un precinto provisional y preventivo por temas de salubridad del equipamiento, no tanto por molestias. Sin embargo, ese mismo día constatan que la actividad esta interrumpida y no se llega a ejecutar el precinto.

Las causas del incendio, que provocaron la explosión se desconocen, pero se están investigando. La inquilina del bar sigue bajo custodia policial, porque se sospecha de su implicación directa con el siniestro. Se había hecho el traspaso del bar hace unos 5 meses.