Una banda de 30 jóvenes es conocida en Málaga, además de por los robos que realiza, por su peculiar forma de huida: en patinete. Algunos de sus miembros utilizan este medio para desplazarse y, sobre todo, cuando tratan de escapar de la policía.
A la banda se le atribuye, en gran medida, el aumento de hurtos en el entorno del ocio nocturno del centro de Málaga, aunque también de los negocios de restauración. No en vano, los empresarios han trasladado su preocupación al alcalde de Málaga y a los mandos policiales, según el diario SUR.
Su método de trabajo es sistemático. Se dividen en pequeños grupos y se reparten zonas del Centro para llevar a cabo acciones coordinadas durante el fin de semana. Escogen las víctimas más vulnerables y esperan que se descuiden para sustraerles sus pertenecienticas.
Por lo general, cometen hurtos, pero según las fuentes consultadas no dudan en emplear la violencia si su objetivo ofrece resistencia; a veces, estas situaciones desembocan, por extensión, en peleas entre grupos de jóvenes. En algunos casos se ha comprobado que van armados para intimidar a sus víctimas.
Tanto la Policía Local como la Nacional ha detenido en varias ocasiones a algunos de sus miembros, pero, tras pasar a disposición judicial, quedan en libertad por la levedad de los delitos.
Los integrantes de la banda son en su mayoría magrebíes que suelen pernoctar en edificios o casas abandonadas del centro de Málaga, donde esconden los objetos sustraídos.
En una reunión mantenida hace unos días con el sector empresarial, los mandos policiales mostraron su compromiso de intensificar el dispositivo de seguridad en la zona. La respuesta, en la noche Halloween, fue un despliegue con casi 250 agentes entre ambos cuerpos policiales.