Había motivos para la celebración, pero el acto de clausura del hospital de campaña de IFEMA se le fue de las manos al Gobierno de la Comunidad de Madrid. Una comitiva de políticos desmedida se unió a los sanitarios que se despedían tras 41 días de intenso trabajo, y a los numerosos periodistas y medios gráficos convocados. Hasta el punto que se pudieron ver imágenes de aglomeraciones habituales en este tipo de actos, antes de la pandemia, pero que ahora resultan, cuando menos, inquietantes. Por eso la Delegación del Gobierno en Madrid ha anunciado la apertura de una investigación por la posible vulneración de "algunas de las normas básicas, entre otras, las del distanciamiento social entre personas, reguladas en el real decreto" de estado de alarma.
La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha admitido que tendría que haber invitado a menos representantes públicos al acto de cierre del hospital provisional de Ifema, por lo que ha pedido disculpas, pero achaca las imágenes que se vieron a la "emoción" y "la explosión de alegría" que se vivió. Asimismo, la dirigente madrileña ha afeado la premura de la Delegación del Gobierno a la hora de investigar si en el acto se incumplió el distanciamiento social cuando no actuó en el caso de la manifestación del 8-M, ni en el de recientes marchas independentistas.
Ayuso ha hecho hincapié en que en el acto que organizaron, dentro de uno de los pabellones, sí se mantuvieron las distancias de seguridad porque tenían perfectamente cuantificando "dónde y en qué espacio se ponía cada uno". "Pero es cierto, tuvieron que ser menos", ha dicho. En ese sentido, ha explicado que cuando llegó al hospital de Ifema se encontró "una explosión de alegría de todos los profesionales que se han estado dejando la vida allí durante estos meses tan duros". Así, ha subrayado que todos los profesionales quisieron estar: sanitarios, bomberos o el Ejército.
Según ha narrado, se dejaron llevar "todos", incluidos los miembros del Ejecutivo, porque muchos sanitarios lo han pasado "muy mal". Además, ha contado que en Ifema también se dieron cita este viernes profesionales que no habían trabajado allí pero que querían conocerlo antes de que "se apagara".
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, también ha pedido disculpas por si durante el acto del cierre de Ifema incurrió "en alguna conducta que no es compatible con la ejemplaridad" y ha reconocido que se produjeron escenas que no se deberían haber producido. el regidor ha hecho hincapié en que este viernes Ifema fue "un símbolo no de alegría porque no puede haber alegría mientras no se haya superado la pandemia" pero sí "un símbolo de esperanza".
En ese punto, hizo hincapié en que "no fue nada a propósito, ni fue nada intencionado" pero ha remarcado que tienen que ser "cuidadosos" para que estas escenas "no se produzcan" y no se transmitan "unas imágenes que no corresponde a las instituciones".
Por su parte, las fuerzas de la oposición, tanto municipal, como autonómica (PSOE, Más Madrid, Unidas Podemos) han tachado lo ocurrido de "espectáculo bochornoso" y han confirmado que todos los diputados de sus grupos habían sido invitados.