El Ayuntamiento de Ontinyent, en la Comunidad Valenciana, he tenido una peculiar iniciativa para combatir el coronavirus Para que se pueda mantener la ventilación han repartido ‘batamantas’ entre los alumnos. Las hacen las industrias locales. Así que además, de tener a los niños calentitos fomentan la economía local.
Las batamantas que suelen estar en los sofás de las casas han llegado de este modo a los colegios de Ontinyent. El Ayuntamiento las ha repartido entre los alumnos para que, como recomiendan las autoridades sanitarias se mantengan las ventanas abiertas para combatir el virus y los estudiantes no pasen frio.
Así todos los niños asisten a clase con unas batamantas. Son algo así como los ponchos de toda la vida y están hechos en el mismo pueblo de Ontinyent, que tiene una gran tradición textil.
Son muchas las fábricas de la localidad que hacen mantas. Así que el Ayuntamiento se las ha encargado y soluciona dos problemas del tirón: el frío de los niños en el cole y da empleo en estos momentos de crisis económica para muchos derivada de la pandemia.
Ontinyent tiene tradición textil ya desde la Primera Guerra Mundial y con la guerra civil los encargos del ejército republicano y las milicias supusieron un gran impulso. En los años 60 esta industria supo asentarse –fue incluso visitada por el entonces Príncipe Juan Carlos- y ya en los 70 y 80 se consolidó definitivamente, gracias entre otras cosas a la popularidad que obtuvieron las mantas de Ontinyent en los anuncios de televisión.
La crisis del 2008 casi se llevó por delante al sector. Solo han sobrevivido la mitad, que ahora son mucho más pequeñas y que han tenido que reinventarse. Así que esta iniciativa del Ayuntamiento será una buena ayuda para estas fábricas y sus trabajadores.
Otros alumnos no han tenido tanta suerte y deben llevarse sus mantas u otra ropa de abrigo desde casa. Es lo que les ha pasado a los alumnos del IES O Ribeiro, de Ribadavia (Ourense), que esta semana tras la bajada de temperaturas sufrida han optado por llevar mantas de casa.
Las clases deben tener las ventanas abiertas para ventilar y aunque este año aún no está haciendo mucho frío, la bajada de temperaturas ya se ha hecho notar, cuenta Lola, madre de una alumna en La Voz de Galicia.
El primer día de frío algunos profesores recomendaron a sus alumnos que se fueran a casa, otros les dieron la idea de las mantas.
Marta, que tiene dos hijas en este centro, ha explicado al citado diario que hubo quien optó por ponerse capas y capas de ropa y otros por echarse una manta por las piernas. En cualquier caso las familias esperan una solución para el frío porque entienden así no se puede dar clases en invierno.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Confederación Española de asociaciones de Padres y Madres del alumnado (Ceapa) apuestan por la ventilación natural como una de las maneras más efectivas de luchar contra la covid-19 en las aulas. A través de diversos materiales y un vídeo explicativo que puede verse en el canal de YouTube de la AEP, ambos colectivos han destacado que la ventilación natural es "insustituible". "La covid-19 pone de manifiesto la importancia vital de un medioambiente escolar ventilado, seguro, limpio, saludable y sostenible", ha explicado el coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP, Juan Antonio Ortega, que ha aconsejado que la ventilación "sea continua y constante". Para invierno aconseja "una apertura parcial de las ventanas de 10 a 30 centímetros".
"Los niños prefieren las temperaturas más bajas debido a que su temperatura corporal central es más elevada y a su mayor tasa metabólica", ha añadido. La presidenta de la Ceapa, Leticia Cardenal, ha recalcado que se quiere "mantener la tendencia que se ha logrado en el arranque del curso escolar, con un mínimo porcentaje de aulas cerradas y de positivos por covid, y tenemos que ser capaces de combinar la ventilación natural de las clases con el descenso de temperaturas".
Por otra parte, han señalado que el 99 % de los centros educativos no cuentan con un plan para mejorar la calidad del aire en su interior o que el 85 % de las escuelas en España tiene clases muy frías o muy calurosas. Además, ha recordado que aumentar el número de capas de ropa es más eficiente que el grosor de la misma.
"Queremos hacer una llamada para que todos los centros educativos sean energéticamente eficientes, bajos en huella de carbono y con un diseño y procedimientos que contribuyan a mejorar la salud, el rendimiento académico y a incrementar la sostenibilidad y resiliencia" frente al Sars-CoV-2, han añadido ambas instituciones, que han puesto el Programa de Educación Aire Limpio de la Región de Murcia como un modelo a seguir.
Por su parte, el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (Cogiti) ha considerado "imprescindible" abordar ya un plan de actuación para solucionar la deficiente calidad del aire interior en los centros educativos. Para ello proponen la utilización de fondos de recuperación europeos para la instalación de sistemas de ventilación mecánica con recuperación de calor, que compatibilicen la salud, la eficiencia energética, el confort climático y el medio ambiente, ha recalcado en una nota.
Se estima que la inversión económica para instalar sistemas de ventilación adecuados para una correcta calidad del aire interior en centros educativos de Secundaria, Bachillerato y FP estaría en torno a los 1.960 millones de euros, de los que 1.348 millones corresponderían a las plazas en centros públicos y 612 millones a plazas de centros privados.