El número de violaciones en España ha aumentado más de un 30% con respecto al año anterior; el año del confinamiento. Concretamente, un 30,6%, según datos del Ministerio del Interior que reflejan una situación sumamente preocupante.
En la primera mitad del presente 2021 se registraron un total de 955 agresiones sexuales con penetración, y las tres comunidades autónomas que acumulan más de la mitad de las denuncias son Cataluña (265), Andalucía (141) y Madrid (123).
Además, el cómputo total de delitos contra la libertad sexual ya encabeza la lista de criminalidad, con 7.898 casos.
El último de estos casos ha tenido lugar en Igualada, Barcelona, donde una menor de 16 años ha sido víctima de una violación que ahora se investigaBarcelonauna menor de 16 años ha sido víctima de una violación que ahora se investiga. Pudieron ser varios los implicados. La joven fue encontrada desnuda e inconsciente, con una grave herida en la cabeza, en pleno descampado en el polígono industrial de Les Comes.
Ingresada en la UCI tras la agresión, ya ha recuperado la consciencia, mientras se suceden las protestas y las concentraciones en Cataluña en señal de repulsa.
En el pueblo de la joven se ha dedicado un emotivo minuto de silencio, mientras las autoridades prosiguen la investigación esperando que las cámaras de la zona puedan ayudar a identificar al implicado o los implicados. El polígono donde ocurrieron los hechos está ubicado entre la discoteca de la que salió la menor y la estación de tren a la que nunca llegó.
Este caso, lamentablemente recuerda también a otros conocidos por el ensañamiento y la brutalidad de los agresores, como el de la violación múltiple en Manresa, que quedaba vista para sentencia hace unos días, y en la que una menor de 17 años fue violada por cuatro hombres en un piso okupado en julio de 2019; o como la de meses antes, en febrero del mismo año, cuando una joven de 18 sufría tres agresiones sexuales seguidas en una nave abandonada de Sabadell.
En ambos casos, el proceso judicial supuso una revictimización, es decir: la denunciante, tiempo después, se vuelve a sentir estigmatizada y cuestionada.