El modelo de atracción de feria que esta madrugada sufrió un accidente en San José de la Rinconada, con el resultado de 28 heridos, ya provocó el 19 de septiembre de 2014 la muerte de una menor de 12 años en la pedanía de Maribáñez (Los Palacios y Villafranca), según informa el 'Diario de Sevilla'.
La joven Alba, que había sido elegida aquel año Dama de las Fiestas de la localidad, sufrió una descarga eléctrica justo cuando la Supercazuela, conocida popularmente como 'la olla', había dejado de girar y se disponía ya a abandonarla. "Al tocar el primer escalón se quedó pegada al suelo y, al convulsionar, se agarró a una amiga, cayendo a sus pies, sin pulso, muerta", relataba entonces una testigo de los hechos.
El terrible accidente provocó además el traslado al Hospital de Valme de otros dos menores, un niño de 12 años dado de alta pocas horas después, tras comprobar el personal sanitario que había sufrido "una descarga eléctrica leve", y una niña que, aparentemente, no presentaba signos de electrocución, pero sí una evidente crisis de ansiedad.
"Todos los papeles estaban en regla. La Guardia Civil lo ha comprobado", insistieron entonces los propietarios de otras atracciones instaladas en la feria. Un dato en el que también abundaba el alcalde de Los Palacios, Juan Manuel Valle, el día del entierro de la joven, achacando la descarga eléctrica a un fallo en un diferencial o en la toma de tierra.
Cuatro años después, en junio del pasado 2018, el fiscal solicitó tres años de cárcel para el dueño de la atracción y dos años para el edil de Urbanismo y el operario municipal que la revisó. La Fiscalía recordaba entonces que ya el día antes del mortal accidente, la Guardia Civil comunicó a Protección Civil una actuación "con unos chicos que referían haber sufrido descargas eléctricas" en la citada atracción, lo que el jefe de Protección Civil comunicó "personalmente" por la mañana al concejal de Urbanismo y a la Policía Local.
Por su parte, el edil de Urbanismo ordenó al encargado de los electricistas municipales acudir a revisar la atracción y tomar "las medidas correspondientes, si bien sin que en momento alguno acordara el cierre de la atracción". Para la Fiscalía, el operario municipal realizó "una mera inspección visual" en la que observó que "había un trozo de cable en el suelo en contacto con un charco de agua" por las lluvias de la noche anterior y ordenó al dueño de La Olla poner el cable en alto "sin adoptar ninguna otra medida de comprobación".
Sin embargo, tras la muerte de la joven, se pudo comprobar que la atracción "adolecía de un defecto de la instalación eléctrica, incumpliendo los requisitos básicos de seguridad y reglamentarios" por cuanto la "pica de tierra no estaba debidamente introducida en el suelo, no garantizando la correcta evacuación en caso de defecto de potencial eléctrico", su longitud era "insuficiente para conseguir los niveles de resistencia eléctrica exigidos" y no estaba atornillada para fijarla sino "retorcida".
Por último, la Fiscalía consideró que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio imprudente y, amen de las penas de cárcel, solicitó a través del seguro de la atracción, y subsidiariamente por parte del Ayuntamiento de Los Palacios, una indemnización de 166.200 euros a los padres y hermano de la menor fallecida; de 3.550 euros a la amiga en la que se apoyó y con 32 euros a cada uno de los otros tres menores que sufrieron lesiones por descargas.