El envenenamiento de dos menores conmocionó a Reino Unido. El crimen, que se hizo público la semana pasada, ocurrió en Inglaterra el pasado 24 de Mayo. Esa mañana, Tristán, de 14 años, y Blake Barrass, de 13, se encontraban jugando con su consola en su residencia de Sheffield, según ha informado La República.
Ambos niños se encontraban en casa con su madre, Sarah Barrass, y su tío Brandon Machin. Según ha informado la Fiscalía y de acuerdo con la investigación, la mujer habría dado a los niños un zumo que contenía una sustancia mortal, identificada posteriormente en el examen de los cuerpos.
Tristán y Blake comenzaron a sentirse mal y avisaron a sus parientes para que les llevaran al hospital. En ese momento, dejaron un mensaje a otros usuarios de la consola con la que estaban jugando en linea, a quienes dijeron que "estaban muriéndose"
Según informan varios medios locales, los pequeños fueron llevados por su madre hasta el hospital de la ciudad, donde no pudieron hacer nada por salvar sus vidas. Tristán falleció a las 9:14 horas de aquel día y Blake tan solo diez minutos después.
La autopsia determinó que los jóvenes habían sido envenenados, encontrando una sustancia tóxica en su cuerpo. Fue entonces cuando arrestaron a Sarah Barrass y Brandon Machin, sospechosos de haber asesinado a los dos menores de edad.
Mientras la Fiscalía de Sheffield, en Reino Unido, ha iniciado una investigación para intentar aclarar los hechos, los dos acusados del homicidio se encuentran en prisión preventiva y sin derecho a fianza.
El arresto de ambos estuvo marcado por el llanto de la mujer, que reiteraba su inocencia ante el juzgado: "¡Son mis hijos! ¡Pronuncien bien su nombre!", expresó en una de sus intervenciones.
Hasta el momento la policía no ha logrado establecer con claridad cuáles habrían sido las razones de la pareja para cometer el crimen. Además se investiga si Machin actuó como cómplice y solo fue testigo del hecho.
Los vecinos de la zona han lamentado la terrible noticia y han llenando de globos y juguetes la entrada de la casa familiar. Además, muchos han afirmado que parecía que Barrass amaba a sus hijos: "Se veían sanos y cuidados", afirmó una vecina.
No será hasta noviembre cuando la Justicia del Reino Unido tome una decisión sobre los acusados, aunque podría adelantarse en el caso que confiesen el crimen.