Sabía perfectamente lo que iba a hacer y debía haber estado meditándolo desde hacía tiempo. Concretamente, desde el mes de mayo, momento en el que descubrió a su esposa teniendo sexo con otro hombre en su propia casa; un suceso que Alex Bonilla, de 49 años y residente en Florida, EEUU, tenía entre ceja y ceja y por el que iba a cometer una atrocidad.
Sucedió justo el pasado domingo, cuando decidió presentarse armado con una pistola y unas tijeras en casa del amante de su mujer. Allí, con extrema crueldad y sin importarle que hubiese en ese momento dos niños en casa de la víctima, tras amenazar con dispararle si se resistía, le obligó a ir a su habitación, donde presuntamente le ató y le cortó el pene, según informa NBC News citando fuentes policiales.
Afortunadamente, Bonilla fue arrestado y el otro hombre, que además es vecino del agresor, está vivo y se recupera de las heridas en el hospital.
Ahora, el primero se enfrenta a una colección de delitos que engloban cargos por irrumpir en una propiedad; ataque y agresión agravada; secuestro; uso de un arma de fuego; y por partida doble, llevar a cabo esos actos frente a dos menores.
La fianza que se le ha impuesto asciende a 1.25 millones de dólares.