Asturias, la región con mayor presión hospitalaria por el coronavirus y endurece sus medidas. El Principado ha decretado el cierre de Langreo, Laviana y San Martín del Rey. Se suman a municipios como Avilés, donde esta noche la policía local ha vigilado el cumplimiento de las normas.
A las 22h en Avilés comienza el toque de queda y se establecen los controles perimetrales. La policía local comprueba que nadie se lo salte, incluidos los pasajeros de un autobús de línea. Todos han de mostrar su documentación y el justificante del desplazamiento.
Esta familia también regresa a casa. “Venimos de ver a mi suegra”, cuenta el conductor. Otra mujer a la que paran, médico de profesión, celebra los controles.
Los controles, dicen los agentes han de ser de corta duración y aleatorios, siempre buscando el factor sorpresa.
Y sí encuentra un establecimiento abierto. El empleado explica que espera la llegada de mercancía, el agente es muy claro, tiene que cerrar. “Si está abierto entendemos que está abierto al público y es motivo de sanción”, le advierte el agente.
Su labor en la calle está apoyada en todo momento desde la comisaría. Las cámaras de seguridad son sus ojos en la ciudad para asegurarse que nadie se salta la norma impuesta para frenar la covid.
Dicen los agentes que registran más incidencias sobre todo las noches de los viernes y los sábados. En algún domicilio sí que están realizando fiestas privadas. Si hubiera más de seis personas no convivientes, serían sancionados.
Esta noche se ha respetado en Avilés el toque de queda. A estas restricciones, de movimiento de las personas y de cierre de comercios y establecimientos se suman Langreo, Laviana y San Martín del Rey.