Fueron los gritos y los llantos de los tres niños de Shavone Robinson, una joven de 30 años oriunda de Arizona, EEUU, los que alertaron a los vecinos. Desesperados, pedían ayuda y comida, en una suplica que sería ya entonces el preludio de un hallazgo trágico: la madre de los pequeños había sido asesinada y el autor de su muerte, que perpetró el macabro acto delante de los pequeños, les abandonó allí mismo, dejándoles días junto al cadáver. Uno de ellos apenas era un recién nacido de 1 mes de edad.
El macabro y aterrador crimen, presuntamente, fue perpetrado por Andre Daniels, un hombre de 30 años con quien se sospecha que Shavone Robinson pudo tener al recién nacido. Según las primeras investigaciones él sería el progenitor y, como cita New York Post, le habría instado previamente a abortar o en su lugar a dar al niño en adopción, a través de sucesivos mensajes que se produjeron antes de que acometiese el asesinato.
El cadáver de Shavone fue hallado el pasado 17 de mayo por la policía de Phoenix, pero no ha sido hasta la pasada semana cuando las autoridades arrestaron a Andre Daniels, a quien además del cargo de asesinato se le atribuyen otros por violar la normativa de armas y abuso de menores.
El posicionamiento de su teléfono y las cámaras de seguridad sitúan al acusado en el lugar del crimen. Le captaron entrando al apartamento de Shavone el 12 de mayo, –día en que se contextualiza el crimen–, y dejándolo 20 minutos más tarde. Además, otras imágenes registraron un vehículo como el de Daniels en la misma zona.
Este lunes, la madre de la joven confrontaba a su asesino: “Espero que te pudras. Me gustaría que sufras entre rejas”. “Hiciste todo esto y dejaste a los niños para que lo viesen. Y su cuerpo estuvo allí durante quien sabe cuántos días. ¿Y los niños estaban allí viendo a su madre?”, manifestaba, horrorizada ante una crueldad tan extrema.