La agente de la Policía Nacional que tomó declaración a la tía materna de Carolina, la niña asesinada presuntamente por su madre en un hotel de Logroño en 2020, ha declarado en el juicio que le dijo que Adriana, la acusada había grabado varios vídeos "de despedida", uno de ellos con la pequeña.
La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado la novena sesión del juicio que se desarrolla con un tribunal popular, que en esta jornada ha contado con las declaraciones de cuatro de los agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación tras el fallecimiento de la niña de 5 años.
El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientras que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.
Esta agente de la Policía Judicial, quien ha declarado en la vista oral por videoconferencia, ha explicado que, tras la muerte de la pequeña, la hermana de la acusada les facilitó una tableta en la que había tres vídeos "de despedida" dirigidos a sus familiares, que encontró en el domicilio que compartían la abuela y la madre de Carolina en Haro (La Rioja).
Uno de los vídeos, en el que también aparecía la niña, duraba casi una hora; otro era más corto y el tercero estaba dirigido a la hermana de la acusada, a quien la madre de Carolina, Adriana, le decía que ambas eran como "el ying y el yang", que no se preocupaba y que estaba "bien", ha relatado la policía.
También han testificado en el juicio los dos agentes que acompañaron a la ambulancia que trasladó a la acusada al Servicio de Urgencias del Hospital San Pedro de Logroño para que le curasen los cortes que tenía en las muñecas y otras partes del cuerpo.
Estos policías, han explicado en la vista, se encargaron de la custodia de la mujer mientras le atendían dentro de una habitación, pero no pudieron ver si le administraron medicación o las curas que le hicieron.
El inspector jefe de la Brigada de la Policía Científica ha dicho que él se encargó de la remisión de vestigios al Juzgado y de diversos informes, como el estudio grafológico que se realizó para cotejar que las cartas manuscritas encontradas en el domicilio de Haro -en las que la procesada manifestó su intención de quitarse la vida- fueron redactadas por la acusada.
El jurado ha solicitado al tribunal volver a visionar las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del hotel, que registraron la salida y llegada de la acusada en la mañana del lunes 27 de enero, el día que se encontró muerta a la niña en la habitación 404.
El padre de Carolina, que tenía la custodia de la menor, ha declarado ya en el juicio esta semana y ha señalado que su expareja y madre de la niña "en todo momento ha querido hacer la vida imposible" a todo su "círculo", y no dudó en señalar que cree que participó activamente en la muerte de la pequeña.
“Pensé que la habían asesinado, porque la niña me la tenía que haber entregado a las nueve el domingo, y si ha cogido una noche de hotel el domingo por la noche es porque no pensaba ya entregarla, a la niña”,, ha llegado a decir en un declaración ante el tribunal del jurado popular.
Su pareja llegó a denunciar que la acusada la acosaba constantemente, sin embargo, no logró que su caso se remitiera a los juzgados. "Me acosaba. Yo salía del trabajo a las 21:30 y estaba esperándome con el coche. Me seguía, me pitaba, me insultaba continuamente, no sólo con el coche. Yo acababa de sacarme el carné y tenía mucho miedo. Me provocaba mucha ansiedad, mucho nerviosismo", ha dicho la mujer.
“Hay veces que ella iba sola, otras veces iba con su madre, otras con su hermano", ha comentado para añadir que cuando estaba con Carolina la niña volvía sucia y con la ropa rota. En ocasiones, "hacía cosas como quitarle las coletas (a la niña) porque se las había puesto yo", ha sentenciado.