Gemma Walker, a los 14 años y con el peso de un niño, fue advertida por los médicos de que moriría si no recibía un tratamiento intensivo para superar la anorexia y la bulimia.
Siete años después del diagnóstico entró y salió de los hospitales, unas veces en urgencias y estancias en repartos de psiquiatría, según ha publicado el Daily Mail.
Ahora con 22 años, la joven de Gold Coast, en Australia, ha colgado las imágenes, de los últimos siete meses cuando ya comienza a sentir y a notar su recuperación.
Ella espera que compartir estas impactantes fotografías en las que se ve su figura esquelética y su regreso a la salud, inspirará a otras personas que luchan contra los desórdenes alimentarios.
“Es muy duro verme en estas imagénes, pero tuve la suerte de poder recuperarme y hoy puedo decir que tengo una vida normal”, explicó la chica luego de su tratamiento que ha durado años.
Los padres recuerdan aquellos momentos en los que temían la muerte de su hija. Su padre, Steve, cuenta que se sentaba junto a su cama, temiendo que su "débil corazón" dejara de latir.
Walker estaba muy deprimida y comenzó a sufrir el síndrome de realimentación. La adolescente llegó a consumir 6.200 calorías en 20 minutos que le hizo perder el conocimiento.
Recuperé peso de forma muy rápida y muchos pensaban que me estaba curando, pero estaba realmente en mi peor momento mental.
Los atracones crónicos y la bulimia duraron 18 meses.
Esa etapa también pasó y ahora Gemma Walker vive de forma diferente. Se ve en las imágenes actuales y se siente feliz de haberlo conseguido. Una batalla en la que agradece a su familia y a su pareja, quienes la ayudaron a superar sus trastornos alimentarios.