El 11 de abril de 2021 se cumplen 51 años desde el lanzamiento del Apolo 13, la tercera misión de la NASA a la Luna. Si bien no se trata de su misión más famosa (Apolo 11, meses antes, supuso la llegada del hombre a la Luna por primera vez en la historia), Apolo 13 se convirtió en todo un evento en el mundo de la ciencia por las dificultades que atravesó su tripulación para regresar sana y salva a la Tierra.
La misión, que formaba parte del programa Apolo de la NASA, tuvo lugar en los 60, en plena Guerra Fría y en un contexto de competición constante entre las potencias de Estados Unidos y Rusia. La carrera espacial fue parte de este proceso y los progresos de ambos países en este campo fueron seguidos con atención por ciudadanos de todo el Planeta. ¿Cómo fue la misión Apolo 13?
Si el 11 de abril de 1970 fue la fecha de lanzamiento de Apolo 13, su llegada de vuelta a la Tierra se produjo el 17 de abril del mismo año. Ya había tenido lugar, meses atrás, la famosa misión Apolo 11, que supuso la llegada del hombre a la Luna. Además, Apolo 13 fue la séptima misión tripulada del programa Apolo y la tercera destinada en llegar a la Luna.
En teoría, Apolo 13 tenía como meta estudiar en mayor profundidad el satélite vecino y tomar imágenes de su superficie, entre otras cosas. Sin embargo, la llegada de Apolo 13 a la Luna tuvo que paralizarse debido a un incendio en un tanque de oxígeno del módulo de servicio, tras tan solo dos días de misión. Este incendio se produjo tras un encendido rutinario del sistema de removido del oxígeno líquido de uno de los tanques: el resultado fue obligar a la tribulación a desplazarse al módulo lunar, una especie de 'bote salvavidas' en pleno espacio, dado que este incendio comprometió la presencia y uso de oxígeno en la nave.
Gracias a la improvisación de la NASA, fue posible mantener a tres personas en el módulo lunar durante cuatro días, a pesar de estar diseñado para dar cobijo a dos personas durante dos días, aunque generándose dificultades para la tributación en el proceso. Por ejemplo, dado que se hizo necesario reducir a mínimos el consumo de energía, lo que provocó, entre otras cosas, que la temperatura bajara hasta los 3ºC dentro del módulo.
Otro problema clave fue la eliminación del dióxido de carbono, ya que hubo que realizar ajustes para que el sistema de eliminación funcionara en el módulo lunar. En cuanto a las llegada a la Tierra, la tripulación tuvo que volver al módulo de mando para entrar en la atmósfera, desenganchándose del módulo lunar. El módulo de mando era el único preparado para resistir las altas temperaturas del descenso sin desintegrarse.
Además, dado el carácter televisivo de estas misiones espaciales, decenas de millones de personas siguieron de cerca el amerizaje de la nave en el océano Pacífico Sur. Estos eventos reavivaron el interés ciudadano en las misiones del programa Apolo. Glynn S. Lunney, ingeniero aeroespacial fallecido el pasado 19 de marzo a los 84 años lo dejó claro en un documental grabado por la NASA: "Construimos una autopista espacial de un cuarto de millón de millas por la que, durante casi cuatro días, pudimos retornar a la tripulación a casa. Para devolverlos al planeta Tierra, personas de todos los continentes trabajaron en apoyo de estos tres exploradores en peligro. Fue un sentimiento inspirador que nos recordó una vez más nuestra humanidad común”.
Después de 27 años en la agencia espacial, Lunney se puso a trabajar para Rockwell, supervisando la división de la empresa que construye satélites del Sistema de Posicionamiento Global (GPS). Fue vicepresidente y gerente de programas de United Space Alliance (EE. UU.).
Por su servicio al programa espacial de EE. UU., Lunney fue honrado con la Medalla de Servicio Distinguido de la NASA, la Medalla de Servicio Excepcional de la NASA y la Medalla Presidencial de la Libertad como miembro del equipo de control de la misión Apolo 13. En 2005, Lunney recibió el Trofeo Nacional del Espacio de la Fundación Rotary National Award for Space Achievement Foundation. La odisea fue llevada al cine con éxito en una cinta protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Ron Howard.
Lunney fue interpretado en la pantalla por el actor Marc McClure en el largometraje de 1995 "Apollo 13" y por el actor Jackson Pace en la serie de National Geographic "The Right Stuff" para Disney +. Lunney apareció como él mismo en el largometraje documental de 2017, "Mission Control: The Unsung Heroes of Apollo".